Lucir unos kilos extra en las caderas, los muslos o el trasero es bueno para la salud, ya que protege contra enfermedades del metabolismo y dolencias del corazón, revelaron recientemente expertos británicos.
La grasa que se acumula en las caderas elimina los ácidos lípidos dañinos y contiene los agentes antiinflamatorios que evitan que las arterias se tapen, dicen los especialistas.
Según estudios de un equipo de científicos de la Universidad de Oxford, los traseros amplios también son beneficiosos; ciertamente son preferibles a las cinturas gruesas, que no protegen en absoluto.
Por su parte, el equipo de Ciencia de BBC Mundo recuerda que un grupo de científicos de la Escuela de Medicina de Harvard y el Centro de Diabetes Joslin, en Estados Unidos, había incursionado ya en este tema en el 2008, concluyendo que la grasa subcutánea puede reducir enormemente los niveles de insulina y mejorar la sensibilidad a esta hormona.
Sin embargo, en una reciente publicación de la Revista Internacional sobre la Obesidad, los científicos de Oxford afirman ahora que la ciencia podría estudiar mecanismos para aumentar deliberadamente la grasa en la zona de las caderas.
En el futuro, los médicos podrían prescribir distintos medicamentos para redistribuir la grasa por el cuerpo y concentrarla en las caderas, desde donde puede prevenir enfermedades como la diabetes.
Los investigadores señalaron que la inversa, tener muy poca grasa en esta zona, puede acarrear problemas metabólicos serios como el síndrome de Cushings (también conocido como hipercortisolismo, una enfermedad provocada por el aumento de la hormona cortisol).
Está comprobado que la grasa de las caderas y del trasero es mucho más difícil de eliminar que la que rodea la cintura. La acumulada en las caderas y los muslos no es problema, mientras la cintura permanezca delgada. Aunque esto pueda parecer muy inconveniente, en realidad es positivo, pues cuando la grasa se desintegra fácilmente libera muchas citoquinas, que a su vez provocan inflamaciones en el cuerpo.
Estas citoquinas han sido relacionadas a las enfermedades cardiovasculares, la resistencia a la insulina y la diabetes.
La grasa de las caderas, más difícil de quemar, además, genera la hormona adiponectina, que protege a las arterias y promueve un mejor control del azúcar en sangre y acelera la eliminación de la grasa.
En cambio, la grasa en exceso en la zona abdominal –que da lugar a la forma de manzana, en vez de la de pera– aumenta el riesgo de diabetes y dolencias del corazón.
El director del estudio, Konstantinos Manolopoulos, de la Universidad de Oxford, señala que “es la forma lo que importa, dónde se acumula la grasa”.
“La que está en las caderas y los muslos es buena, pero en la cintura es mala”. En su opinión, en un mundo ideal, a mayor grasa en las caderas, mejor, siempre y cuando la cintura permanezca delgada. “Desafortunadamente, la una viene de la mano de la otra”.
Fotini Rozakeas, de la Fundación Británica del Corazón, dice que esta investigación “ayuda a comprender mejor cómo la grasa actúa en el cuerpo, lo que permitirá abordar de forma distinta las enfermedades circulatorias y del corazón”.
“Si padeces sobrepeso, obesidad o tienes una cintura ancha, es importante que hagas cambios en tu estilo de vida, como alterar la dieta y hacer ejercicio con frecuencia, para ayudar a reducir los riesgos de enfermedades cardiovasculares”, agrega Rozakeas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario