miércoles, 24 de marzo de 2010

Científicos hallan cómo mentes relajadas funcionan mejor


Al estar relajados es probable que se formen recuerdos más fuertes y duraderos.

Cuando una persona está relajada y las neuronas relacionadas a la memoria en el cerebro se disparan en sincronización con ciertas ondas cerebrales, es probable que se formen recuerdos más fuertes y duraderos, dijeron científicos el miércoles.

Investigadores de Estados Unidos dijeron que sus hallazgos podrían ayudar a desarrollar nuevas terapias para personas con discapacidades de aprendizaje y algunos tipos de demencia.

"Este estudio establece una relación directa entre los eventos en el circuito del cerebro (...) y sus efectos en la conducta humana", dijo Ueli Rutishauser, del Instituto de Tecnología de California, que trabajó en el estudio.

La sincronización en el cerebro está influenciada por "ondas theta" que están asociadas con la relajación, la ensoñación y los mareos, pero también con el aprendizaje y la formación de la memoria, explicaron los científicos en el estudio publicado en la revista Nature.

Mientras que los científicos ya saben que las mentes relajadas reciben mejor la nueva información, este estudio apuntó a un nuevo mecanismo a través del cual las neuronas de la relajación funcionan juntas para mejorar la memoria.

"Nuestra investigación muestra que cuando las neuronas relacionadas con la memoria están bien coordinadas con las ondas theta durante el proceso de aprendizaje, los recuerdos son más fuertes", dijo Adam Mamelak, neurocirujano del Centro Médico Cedars-Sinai, en Los Angeles.

El equipo estudió a ocho voluntarios, a quienes les exhibió 100 fotos de una serie de objetos durante un segundo. De 15 a 30 minutos después, les mostraron otras 100 fotos -50 nuevas y 50 de la primera ronda- y les pidieron que recuerden cuáles ya habían visto y cuan seguros estaban de sus respuestas.

Usando electrodos electroencefalogramas (EEG por su sigla en inglés), el equipo registró la actividad neuronal y las señales eléctricas "de fondo" en las regiones del cerebro en las que se forma la memoria.

Los expertos hallaron que el reconocimiento era mayor cuando el aprendizaje ocurría mientras las neuronas eran disparadas a la par de las ondas theta.

La mayoría de los estudios con ondas theta son conducidos en ratas y sólo unos pocos se realizan en humanos, en parte porque los electrodos EEG deben ser colocados directamente en la superficie cerebral para obtener medidas precisas.

Fuente:Reuters, Londres

lunes, 22 de marzo de 2010

Teoría del tiempo según Johan Calleman

Según Johan Calleman, experto en la civilización maya, el tiempo (o su percepción) se estaría acelerando, en el siguiente presentación encontrarán su explicación.


Ensalada Filosófica.
La teoria de Calleman: La aceleracion del tiempo


Fuente: www.calleman.com

sábado, 20 de marzo de 2010

Cooperación VS Competencia. Teoría de los Juegos por John Nash.


Se nos educa para competir, ¿ puede funcionar este enfoque sin la mentira ?. Se enseña a ser honesto pero también se enseña a competir, ¿ es compatible este enfoque?.
La Teoría de los Juegos de John Nash y su problema "el Dilema del prisionero" , demuestra que las partes obtendrían mayor beneficio en el largo plazo solo sí cooperan.
Ensalada Filosófica






La enunciación clásica del dilema del prisionero es:

La policía arresta a dos sospechosos. No hay pruebas suficientes para condenarlos y, tras haberlos separado, los visita a cada uno y les ofrece el mismo trato. Si uno confiesa y su cómplice no, el cómplice será condenado a la pena total, diez años, y el primero será liberado. Si uno calla y el cómplice confiesa, el primero recibirá esa pena y será el cómplice quien salga libre. Si ambos confiesan, ambos serán condenados a seis años. Si ambos lo niegan, todo lo que podrán hacer será encerrarlos durante seis meses por un cargo menor.
Lo que puede resumirse como:

Tú confiesas Tú lo niegas
Él confiesa Ambos son condenados a 6 años. Él sale libre; tú eres condenado a 10 años
Él lo niega Él es condenado a 10 años; tú sales libre Ambos son condenados a 6 meses.
Vamos a suponer que ambos prisioneros son completamente egoístas y su única meta es reducir su propia estancia en la cárcel. Como prisioneros tienen dos opciones: cooperar con su cómplice y permanecer callado, o traicionar a su cómplice y confesar. El resultado de cada elección depende de la elección del cómplice. Por desgracia, uno no conoce qué ha elegido hacer el otro. Incluso si pudiesen hablar entre sí, no podrían estar seguros de confiar mutuamente.
Si uno espera que el cómplice escoja cooperar con él y permanecer en silencio, la opción óptima para el primero sería confesar, lo que significaría que sería liberado inmediatamente, mientras el cómplice tendrá que cumplir una condena de 10 años. Si espera que su cómplice decida confesar, la mejor opción es confesar también, ya que al menos no recibirá la condena completa de 10 años, y sólo tendrá que esperar 6, al igual que el cómplice. Si, sin embargo, ambos decidiesen cooperar y permanecer en silencio, ambos serían liberados en sólo 6 meses.
Confesar es una estrategia dominante para ambos jugadores. Sea cual sea la elección del otro jugador, pueden reducir siempre su sentencia confesando. Por desgracia para los prisioneros, esto conduce a un resultado regular, en el que ambos confiesan y ambos reciben largas condenas. Aquí se encuentra el punto clave del dilema. El resultado de las interacciones individuales produce un resultado que no es óptimo -en el sentido de eficiencia de Pareto-; existe una situación tal que la utilidad de uno de los detenidos podría mejorar (incluso la de ambos) sin que esto implique un empeoramiento para el resto. En otras palabras, el resultado en el cual ambos detenidos no confiesan domina al resultado en el cual los dos eligen confesar.
Si se razona desde la perspectiva del interés óptimo del grupo (de los dos prisioneros), el resultado correcto sería que ambos cooperasen, ya que esto reduciría el tiempo total de condena del grupo a un total de un año. Cualquier otra decisión sería peor para ambos si se consideran conjuntamente. A pesar de ello, si siguen sus propios intereses egoístas, cada uno de los dos prisioneros recibirá una sentencia dura.
Si has tenido una oportunidad para castigar al otro jugador por confesar, entonces un resultado cooperativo puede mantenerse. La forma iterada de este juego (mencionada más abajo) ofrece una oportunidad para este tipo de castigo. En ese juego, si el cómplice traiciona y confiesa una vez, se le puede castigar traicionándolo a la próxima. Así, el juego iterado ofrece una opción de castigo que está ausente en el modo clásico del juego.
Una opción es considerar este dilema como una simple "máquina de la verdad". El jugador puede tomar no dos, sino tres opciones: cooperar, no cooperar o, sencillamente, no jugar. La respuesta lógica en este caso es "no jugar", pues el prisionero carece de información suficiente para jugar correctamente: no sabe cuál será la opción de su compañero. No hay tal dilema, pues no es posible el juego. Si juega, se trata de una "apuesta", más que de una solución lógica.
Pensemos también que el prisionero en realidad está "jugando" con su carcelero, no con el otro prisionero. El carcelero le ofrece una opción. Para él, la mayor ganancia sería condenar al prisionero a la pena mayor, pues ése es su trabajo. Si logra condenar a los dos a la máxima pena, doble ganancia. El prisionero sabe eso, en el fondo. Sólo "jugaría" si supiera con todo certeza que el policía cumpliría su palabra a pesar de su confesión. Pero tampoco lo sabe. En realidad, prisionero-carcelero y prisionero-prisionero están jugando al mismo juego: verdad o mentira.

Tú eres sincero Tú mientes
Él es sincero Máximo beneficio común Tú ganas, él pierde
Él miente Él gana, tú pierdes Máximo perjuicio común
En este caso, decir la verdad equivale a cooperar, a callarse. Pero un jugador sólo optará por la casilla "verdad" si sabe que el otro jugador también opta por la misma solución. En la vida real, eso no lo sabemos: hay que "jugar", es decir, arriesgarse. Todo se basa en la "relación de confianza" existente entre los dos jugadores. Pongamos, por ejemplo, que los dos prisioneros son hermanos, con una relación de confianza muy estrecha. O que lo son uno de los prisioneros y el carcelero. Entonces sí sabrían (casi con toda seguridad, pero nunca completa) cuál sería la opción de su compañero, y entonces siempre jugarían correctamente: cooperarían.
La única solución lógica es, por tanto, decir la verdad. Y además será la que dará el máximo beneficio común. Este planteamiento nos lleva a la correcta solución del dilema, que es decir la verdad, cooperar. Pero en este caso el error estaba en el planteamiento correcto del dilema, que no es pensar en nuestro beneficio (ser egoísta) sino en el del "otro" (ser generoso). En este caso, jugando a "verdad" siempre conseguiremos que el "otro" gane. Si el objetivo del juego es que siempre gane el rival, hay pues una única solución lógica, y que no depende de la jugada del rival. Dilema resuelto.
Una solución "incorrecta" sería en el caso que el hermano traicione al hermano. Aun así, el juego es correcto (pues todo juego tiene una y sólo una solución lógica). Lo que ha sucedido es que ha cambiado el nombre del juego: ahora lo podríamos llamar "Descubre al mentiroso". Hemos ganado, pues descubrimos a un mentiroso.

Tú ganas Tú pierdes
Él gana Los dos dijeron la verdad Él mintió
Él pierde Tú mentiste Lo dos mintieron

Es entonces una auténtica "máquina de la verdad".
El dilema del prisionero es pues siempre un juego dual; pero siempre tiene una solución lógica. Si los dos juegan lógicamente, es decir, con honestidad, el juego es beneficioso para ambos. Si uno engaña y el otro no, el juego se llama "Descubre al Mentiroso", y ambos vuelven a ganar.
Pero si pensamos en el Dilema como búsqueda egoísta, y no generosa, la jugada "incorrecta" del dilema impide la iteración, luego finaliza el juego. Por esa razón, el jugador "ilógico" siempre tendrá dos objetivos: uno, engañar al honesto; y dos, convencerle a posteriori que no fue engañado, mediante otro ardid, para poder seguir engañándole. Un mentiroso siempre necesitará otra mentira para cubrir la primera.

Este tipo de estrategias es muy común en la vida cotidiana y se conoce como "manipulación". Para algunos, quizás exagerando, la política (la mala política) es el arte de la manipulación continua. Y que la estrategia funcione tiene tanto que ver con la "mentira" del tramposo como la "doble ingenuidad" del honesto. Fiarse de un mentiroso no es honestidad, sino estupidez. (De ahí que la estrategia conocida como "vengativa no rencorosa", o Toma y daca (tit for tat) —ver más adelante— sea la más eficaz). Pero sabemos que el único resultado correcto es bueno para todos los jugadores, y éste sólo sucede cuando todos dicen la verdad. Si alguien miente, engaña o manipula, la solución siempre será incorrecta. O, dicho de otro modo, si la solución es incorrecta, es que alguien nos engañó o nos mintió.
Fuente: Wikipedia.

viernes, 19 de marzo de 2010

Famoso debate entre Einstein y Freud (1932)



Gracias a el genial aporte de un seguidor del Blog, les entregamos estos interesantes enlaces, donde dos grandes pensadores, exponen en un debate, sus puntos de vista ante la guerra

Ensalada Filosófica.



Carta de Einstein

http://padron.entretemas.com/OtrasSecc/Descargas/CartaEinsteinFreud.htm


Carta de Freud

http://mobbingopinion.bpweb.net/artman/publish/article_512.shtml




.

jueves, 18 de marzo de 2010

Perdón a medias

NUEVA YORK.- El Senado de Estados Unidos aprobó este jueves (1) por unanimidad una resolución en la que pide una disculpa oficial por los dos siglos y medio de esclavitud que marcaron para siempre al país, aunque establece claramente que no podrá ser utilizada como argumento para pedir una reclamación al Estado.

La disculpa del Senado llega después de que la Cámara de Representantes aprobara una resolución similar el año pasado, pero la diferencia sustancial entre una y otra es que la Cámara Alta si aborda explícitamente el controvertido asunto de las indemnizaciones.

Aprobada por unanimidad, sólo pudo salir adelante después de que se incluyera expresamente que la resolución no puede ser utilizada como base legal para que descendientes de los esclavos presenten reclamaciones al Estado.

Barack Obama, primer presidente negro en la historia de Estados Unidos, celebró hoy la "histórica" resolución del Senado que pide disculpas por, dijo, la "injusticia, crueldad, brutalidad e inhumanidad de la esclavitud".

El diario 'Washington Post' asegura este viernes que la Cámara de Representantes revisará la próxima semana la resolución que sacó adelante el año pasado para adecuarla a la aprobada anoche por los senadores.

"Muchos se preguntarán por qué no se hizo hace cien años", afirmó el senador demócrata Tom Harkin, uno de los principales impulsores de la resolución. "Es importante que haya una respuesta colectiva a una injusticia colectiva", subrayó.

Así, tras subrayar que se trata de un hito "importante y significativo", añadió que el objetivo era que la disculpa oficial se aprobara coincidiendo con el 'Juneteenth', en referencia al 19 de junio de 1865, día en que se formalizó la abolición de la esclavitud en Estados Unidos

Fuente:
EUROPA PRESS/Emilio López Romero (1) 19/6/2009

La metáfora del cuarto de baño.



Si dos personas viven en un apartamento y hay dos cuartos de baño, entonces los dos tienen libertad para usar el cuarto de baño cuantas veces quieran y pueden estar en el cuarto de baño todo el tiempo que deseen y para lo que deseen usarlo. Y todo el mundo cree en el derecho a cuarto de baño y en la libertad a usarlo cuando le apetezca, nadie está en contra de eso, todos creemos que debería estar hasta en la Constitución.


Pero si hay veintidós personas en el apartamento y solamente dos cuartos de baño, no importa cuánto crea la gente en la libertad y el derecho a cuarto de baño, porque tales cosas no existen. Entonces hay que establecer turno para cada persona para usar el baño, se tienen que establecer normas como que no puedes usarlo para cortarte las uñas, solo para necesidades y ducharte, lo que tendrás que hacer en poco tiempo… tienes que golpear la puerta para entrar… “¿Aún no estás listo?”… y así. De la misma manera la democracia no sobrevive cuando hay superpoblación. La dignidad humana no puede sobrevivir a ello. La comodidad y la decencia no pueden sobrevivir a ello. A medida que crece la población planetaria el valor de una vida no solamente declina, sino que al final desaparece. Ya no importa si alguien muere. Cuanta más gente hay, menos importa cada individuo.

Isaac Asimov

Antiglobalización

martes, 16 de marzo de 2010

El hombre sólo puede encontrar sentido a su vida dedicándose a la sociedad



«Ahora he alcanzado el punto donde puedo indicar brevemente lo que para mí constituye la esencia de la crisis de nuestro tiempo. Se refiere a la relación del individuo con la sociedad. El individuo es más consciente que nunca de su dependencia de sociedad. Pero él no ve la dependencia como un hecho positivo, como un lazo orgánico, como una fuerza protectora, sino como algo que amenaza sus derechos naturales, o incluso su existencia económica. Por otra parte, su posición en la sociedad es tal que sus pulsiones egoístas se están acentuando constantemente, mientras que sus pulsiones sociales, que son por naturaleza más débiles, se deterioran progresivamente. Todos los seres humanos, cualquiera que sea su posición en la sociedad, están sufriendo este proceso de deterioro. Los presos a sabiendas de su propio egoísmo, se sienten inseguros, solos, y privados del disfrute ingenuo, simple, y sencillo de la vida. El hombre sólo puede encontrar sentido a su vida, corta y arriesgada como es, dedicándose a la sociedad.

La anarquía económica de la sociedad capitalista tal como existe hoy es, en mi opinión, la verdadera fuente del mal. Vemos ante nosotros a una comunidad enorme de productores que se están esforzando incesantemente privándose de los frutos de su trabajo colectivo —no por la fuerza, sino en general en conformidad fiel con reglas legalmente establecidas. A este respecto, es importante señalar que los medios de producción —es decir, la capacidad productiva entera que es necesaria para producir bienes de consumo tanto como capital adicional— puede legalmente ser, y en su mayor parte es, propiedad privada de particulares.

En aras de la simplicidad, en la discusión que sigue llamaré "trabajadores" a todos los que no compartan la propiedad de los medios de producción — aunque esto no corresponda al uso habitual del término. Los propietarios de los medios de producción están en posición de comprar la fuerza de trabajo del trabajador. Usando los medios de producción, el trabajador produce nuevos bienes que se convierten en propiedad del capitalista. El punto esencial en este proceso es la relación entre lo que produce el trabajador y lo que le es pagado, ambos medidos en valor real. En cuanto que el contrato de trabajo es "libre", lo que el trabajador recibe está determinado no por el valor real de los bienes que produce, sino por sus necesidades mínimas y por la demanda de los capitalistas de fuerza de trabajo en relación con el número de trabajadores compitiendo por trabajar. Es importante entender que incluso en teoría el salario del trabajador no está determinado por el valor de su producto.

El capital privado tiende a concentrarse en pocas manos, en parte debido a la competencia entre los capitalistas, y en parte porque el desarrollo tecnológico y el aumento de la división del trabajo animan la formación de unidades de producción más grandes a expensas de las más pequeñas. El resultado de este proceso es una oligarquía del capital privado cuyo enorme poder no se puede controlar con eficacia incluso en una sociedad organizada políticamente de forma democrática. Esto es así porque los miembros de los cuerpos legislativos son seleccionados por los partidos políticos, financiados en gran parte o influidos de otra manera por los capitalistas privados quienes, para todos los propósitos prácticos, separan al electorado de la legislatura. La consecuencia es que los representantes del pueblo de hecho no protegen suficientemente los intereses de los grupos no privilegiados de la población. Por otra parte, bajo las condiciones existentes, los capitalistas privados inevitablemente controlan, directa o indirectamente, las fuentes principales de información (prensa, radio, educación). Es así extremadamente difícil, y de hecho en la mayoría de los casos absolutamente imposible, para el ciudadano individual obtener conclusiones objetivas y hacer un uso inteligente de sus derechos políticos.

La situación que prevalece en una economía basada en la propiedad privada del capital está así caracterizada en lo principal: primero, los medios de la producción (capital) son poseídos de forma privada y los propietarios disponen de ellos como lo consideran oportuno; en segundo lugar, el contrato de trabajo es libre. Por supuesto, no existe una sociedad capitalista pura en este sentido. En particular, debe notarse que los trabajadores, a través de luchas políticas largas y amargas, han tenido éxito en asegurar una forma algo mejorada de "contrato de trabajo libre" para ciertas categorías de trabajadores. Pero tomada en su conjunto, la economía actual no se diferencia mucho de capitalismo "puro". La producción está orientada hacia el beneficio, no hacia el uso. No está garantizado que todos los que tienen capacidad y quieran trabajar puedan encontrar empleo; existe casi siempre un "ejército de parados". El trabajador está constantemente atemorizado con perder su trabajo. Desde que parados y trabajadores mal pagados no proporcionan un mercado rentable, la producción de los bienes de consumo está restringida, y la consecuencia es una gran privación. El progreso tecnológico produce con frecuencia más desempleo en vez de facilitar la carga del trabajo para todos. La motivación del beneficio, conjuntamente con la competencia entre capitalistas, es responsable de una inestabilidad en la acumulación y en la utilización del capital que conduce a depresiones cada vez más severas. La competencia ilimitada conduce a un desperdicio enorme de trabajo, y a esa amputación de la conciencia social de los individuos que mencioné antes.

Considero esta mutilación de los individuos el peor mal del capitalismo. Nuestro sistema educativo entero sufre de este mal. Se inculca una actitud competitiva exagerada al estudiante, que es entrenado para adorar el éxito codicioso como preparación para su carrera futura.

Estoy convencido de que hay solamente un camino para eliminar estos graves males: el establecimiento de una economía socialista, acompañado por un sistema educativo orientado hacia metas sociales. En una economía así, los medios de producción son poseídos por la sociedad y utilizados de una forma planificada. Una economía planificada que ajuste la producción a las necesidades de la comunidad, distribuiría el trabajo a realizar entre todos los capacitados para trabajar y garantizaría un sustento a cada hombre, mujer, y niño. La educación del individuo, además de promover sus propias capacidades naturales, procuraría desarrollar en él un sentido de la responsabilidad para sus compañeros-hombres en lugar de la glorificación del poder y del éxito que se da en nuestra sociedad actual.

Sin embargo, es necesario recordar que una economía planificada no es todavía socialismo. Una economía planificada puede estar acompañada de la completa esclavitud del individuo. La realización del socialismo requiere solucionar algunos problemas sociopolíticos extremadamente difíciles: ¿cómo es posible, con una centralización de gran envergadura del poder político y económico, evitar que la burocracia llegue a ser todopoderosa y arrogante? ¿Cómo pueden estar protegidos los derechos del individuo y cómo asegurar un contrapeso democrático al poder de la burocracia?».

Albert Einstein
[Extracto del artículo ¿Por qué socialismo? publicado en Monthly Review, 1949]


La proyección de la cuarta dimensión.

En la serie Cosmos, Carka Sagan, explica de una manera muy sencilla, que es (o sería) la cuarta dimensión y como se proyectaría su sombra en la tercera dimensión.
Su explicación es sencillamente genial. El vídeo esta en Ingles y no tiene subtitulos.


Ensalada Filosófica


Radio Serenidad (Boletín semanal)


Ahora podrás ingresar en el blog de "Ensalada Filosófica" a través de Radio Serenidad. Es un blog con críticas y opiniones sobre diversos temas comunes desarrollado por un oyente nuestro que, en gran parte, comparte la misma ideología. Contiene muy buenos artículos, investigaciones y videos sobre: alimentación, ecología, energías renovables, mente, misticismo, relaciones sentimentales, religión, salud y más. Lo recomendamos

lunes, 15 de marzo de 2010

La Naturaleza y sus derechos en nueva constitución de Ecuador.



Un ejemplo a seguir
Por Ricardo Natalichio

Tanto la nueva Constitución boliviana, aprobada en octubre de 2008, como la ecuatoriana aprobada en setiembre del mismo año, incluyen en sus contenidos sendas secciones referidas a reconocer los derechos de los pueblos originarios y los derechos de todos los ciudadanos a un medio ambiente sano y equilibrado.

En sus artículos 33 y 34, la Carta Magna de Bolivia expresa los derechos reales de los habitantes y a las futuras generaciones de ese país, a gozar de un medio ambiente saludable, protegido y equilibrado. Otorgándole a cualquier persona, a título individual o en representación de una colectividad, la facultad para ejercitar las acciones legales en defensa del derecho al medio ambiente.

Sin embargo y en ese mismo sentido, la Constitución de Ecuador afortunadamente ha ido mucho mas lejos. Parte de que debe existir entre sociedad, Estado y mercado, una relación dinámica, equilibrada y en armonía con la Naturaleza. Estableciendo objetivos como asegurar la soberanía alimentaria y energética, generar una adecuada distribución del ingreso, impulsar el pleno empleo y apoyar un consumo social y ambientalmente responsables.

Pero los ojos del mundo comenzaron a posarse sobre esta nueva Carta Magna ecuatoriana por haber sido la primera en otorgar derechos inalienables a la naturaleza, convirtiéndola de esta manera en sujeto de derecho.

El texto constitucional contiene tres artículos en los que establece los siguientes derechos para la Naturaleza:

Art. 71.- La naturaleza o Pacha Mama, donde se reproduce y realiza la vida, tiene derecho a que se respete integralmente su existencia y el mantenimiento y regeneración de sus ciclos vitales, estructura, funciones y procesos evolutivos…

Art. 72.- La naturaleza tiene derecho a la restauración. Esta restauración será independiente de la obligación que tienen el Estado y las personas naturales o jurídicas de indemnizar a los individuos y colectivos que dependan de los sistemas naturales afectados. En los casos de impacto ambiental grave o permanente, incluidos los ocasionados por la explotación de los recursos naturales no renovables, el Estado establecerá los mecanismos más eficaces para alcanzar la restauración, y adoptará las medidas adecuadas para eliminar o mitigar las consecuencias ambientales nocivas.

Art. 73.- El Estado aplicará medidas de precaución y restricción para las actividades que puedan conducir a la extinción de especies, la destrucción de ecosistemas o la alteración permanente de los ciclos naturales. Se prohíbe la introducción de organismos y material orgánico e inorgánico que puedan alterar de manera definitiva el patrimonio genético nacional.

La constitución ecuatoriana de esta forma introduce una diferencia fundamental respecto de sus antecesoras y establece un nuevo enfoque que podría ser catalogado como un punto de inflexión en la defensa del medio natural. Esta iniciativa totalmente innovadora debería ser analizada e imitada por otros países, ya que cambia el enfoque constitucional de un sistema de derechos antropocéntrico a uno biocéntrico.

Quizás esos tres artículos sean una de las iniciativas mas importantes de los últimos tiempos en la necesidad del Hombre de cambiar la manera en la que tratamos a la naturaleza. www.ecoportal.net

Ricardo Natalichio - Director EcoPortal.net

Editorial de Ambiente y Sociedad N° 399

Vangelis: "Movement 1" from Mythodea

Yanni: One Man´s Dream

domingo, 14 de marzo de 2010

El cerebro y el mito del Yo.


La entrevista a continuación fue realizada al Doctor Rodolfo Llinás, uno de los mejores neurofisiólogos de la actualidad, su lectura podría resultar un poco compleja, pero es un articulo que ayuda a comprender los misterios de la mente.

Cordiales Saludos.

Ensalada Filosófica.


Rodolfo Llinás Riascos, MD, Ph. D. es un médico neurofisiólogo nacido en Bogotá (Colombia) en 1934. Se graduó como médico cirujano de la Pontificia Universidad Javeriana. Actualmente (2010) permanece como catedrático de neurociencia en la escuela de medicina de la Universidad de Nueva York en la que es además director del departamento de Physiology & Neuroscience en la escuela de medicina de la Universidad de Nueva York, y desempeñando la cátedra "Thomas y Suzanne Murphy" en el centro médico de la Universidad de Nueva York. Dirigió el programa del grupo de trabajo científico Neurolab de la NASA. Entre las distintas aportaciones por las que es conocido se encuentran sus trabajos sobre fisiología comparada del cerebelo y sobre la relación entre la actividad cerebral y la conciencia.



«El cerebro es una entidad muy diferente
de las del resto del universo.
Es una forma diferente de expresar todo.
La actividad cerebral es una metáfora para todo lo demás.
Somos básicamente máquinas de soñar
que construyen modelos virtuales del mundo real».



No son palabras de un filósofo ni de un poeta, aunque su obra establece un puente entre éstos y la ciencia. Es la provocadora conclusión a la que ha llegado, tras cuarenta años de estudiar el sistema nervioso, uno de los cerebros más brillantes de nuestra época: el neurocientífico Rodolfo Llinás Riascos.
Partió del estudio microscópico del funcionamiento unicelular de las neuronas hasta convertirse en fundador y pionero de la neurociencia. Ésta integra diversas ciencias para entender el funcionamiento del cerebro: biología, filosofía, fisiología, sistemas, bioelectricidad, cognición, psicología, medicina, psiquiatría, informática, zoología, evolución, antropología y geometría, por mencionar sólo algunas.
En todas esas aguas navega con propiedad Llinás, hasta revolucionar el concepto que antes se tenía sobre el sistema nervioso, es decir, «la esencia de la naturaleza humana». Sus colegas dicen que la obra de Llinás rompe por completo las antiguas creencias y marca un nuevo paradigma sobre la manera de entendernos a nosotros mismos y nuestra interacción con lo que llamamos «realidad».




Luego de publicar más de quinientas investigaciones y catorce libros científicos, Llinás decidió compartir sus hallazgos con el público no especializado a través de un libro pedagógico que sintetiza su hipótesis sobre la electrofisiología de la subjetividad: El cerebro y el mito del yo, de Editorial Norma.
En la obra, salpicada de metáforas tan didácticas, cómicas y lúcidas como su autor, se resume el trabajo de este colombiano de 68 años, nacionalizado hace cuarenta en Estados Unidos, director del Departamento de Fisiología y Neurociencia de la Universidad de Nueva York, asesor de la Nasa, miembro de las academias de Ciencia de Estados Unidos, Francia, España y Colombia, y varias veces postulado al premio Nobel, entre muchas otras distinciones.
Con su melena cana y una inexplicable belleza infantil en el esplendor de su sexto piso, dialogó así con Número:



¿Por qué nos parece tan misteriosa la mente?
Supongo que la conciencia, el pensamiento y los sueños nos resultan tan extraños porque parecen ser impalpablemente internos. Ello podría deberse a que, desde un punto de vista evolutivo, nosotros los vertebrados podemos considerarnos crustáceos volteados hacia fuera.
Me explico: los crustáceos son exoesqueléticos, es decir, tienen un esqueleto externo. En cambio, nosotros somos endoesqueléticos, o sea, tenemos un esqueleto interno. Esto implica que, desde cuando nacemos, somos altamente conscientes de nuestros músculos, pues los vemos moverse y palpamos sus contracciones. Comprendemos de una manera muy íntima la relación entre la contracción muscular y el movimiento de las diversas partes del cuerpo. Desgraciadamente, nuestro conocimiento acerca del funcionamiento del cerebro no es directo. ¿Por qué? Porque en lo que a masa cerebral se refiere, ¡somos crustáceos! Nuestro cerebro y nuestra médula espinal están cubiertos por un exoesqueleto implacable: el cráneo y la columna vertebral.
A diferencia del resto del cuerpo, no vemos ni oímos nuestro cerebro, no lo sentimos palpitar, no se mueve y no duele si lo golpeamos, ya que está protegido por la portentosa estructura del cráneo. Si tuviéramos la masa cerebral por fuera del cráneo y pudiéramos ver o sentir el funcionamiento del cerebro, nos resultaría obvia la relación entre la función cerebral y la manera como vemos, sentimos o pensamos. De la misma manera que ahora nos resulta obvio lo que sabemos sobre el funcionamiento de músculos y tendones, cuyo movimiento disfrutamos tanto que organizamos competencias mundiales para comparar y medir masas musculares.
Pero no disponemos de una parafernalia análoga para medir directamente el funcionamiento del cerebro. Supongo que por eso algunas personas piensan que la mente, la conciencia o el «yo» están separados del cerebro. Y por eso en la neurociencia se dan conceptos muy diversos sobre la organización funcional del cerebro.
En cuanto a nuestros amigos los crustáceos, que no se dan el lujo de conocer en forma directa la relación entre la contracción muscular y el movimiento, el problema de cómo se mueven, en caso de que pudieran considerarlo, podría resultarles tan inexplicable como lo es para nosotros el pensamiento o la mente.

Por eso decían que el cerebro es una «caja negra» misteriosa, hasta cierto punto pasiva, con la que llegamos «en blanco» al nacer y que recibe estímulos del mundo externo, los interpreta y devuelve a través de los sentidos. ¿Qué opina usted?
Digo que el cerebro enfrenta al mundo externo, no como una máquina adormilada que se despierta sólo mediante estímulos sensoriales, sino por el contrario como un sistema cerrado, autorreferencial (parecido al corazón), en continua actividad, dispuesto a interiorizar e incorporar en su más profunda actividad imágenes del mundo externo, aunque siempre en el contexto de su propia existencia y de su propia actividad eléctrica intrínseca.
Para funcionar, el sistema no depende tanto de los sentidos como creíamos, como lo prueba el hecho de que podemos ver, oír, sentir o pensar cuando soñamos dormidos o cuando fantaseamos despiertos, en ausencia de estímulos sensoriales.
Tampoco creo que el sistema nervioso sea una tabla rasa en el momento del nacimiento. Años de evolución hacen que cada bebé nazca con un cerebro hasta cierto punto organizado, con un «a priori neurológico» que le permite ver, sentir u oír sin necesidad de aprender a hacerlo. Nacemos, por ejemplo, con la capacidad de aprender cualquier idioma. Serán la cultura y la educación las que determinen cuál. Pero la estructura básica nace con nosotros.
La historia evolutiva demostró que únicamente los animales capaces de moverse necesitan cerebro (por eso las plantas, quietas y arraigadas, aunque tan vivas como nosotros, no lo necesitan). Y que, en principio, la función principal de éste es la capacidad de predecir los resultados de sus movimientos con base en los sentidos. El movimiento inteligente se requiere para sobrevivir, procurarse alimento, refugio y evitar convertirse en el alimento de otros, pero como sería imposible sobrevivir si predijéramos con la cabeza y con la cola al mismo tiempo, se necesita centralizar la predicción en el cerebro. A esa centralización de la predicción la conocemos como el «sí mismo» de cada uno de nosotros.



¿Por qué dice que el color, el dolor o el sonido no existen afuera sino adentro?
Lo que hay afuera no es necesaria y únicamente lo que los seres humanos vemos. En realidad, afuera hay todo un caos lleno de cosas que nuestro cerebro no percibe porque no tiene necesidad de hacerlo para sobrevivir: ondas sonoras, electromagnéticas, átomos, partículas de aire, etc. Cada cerebro animal, incluido el humano, aprendió evolutivamente a discriminar de ese caos externo sólo aquello que requiere para sobrevivir. Por eso, los perros «ven» con el olfato, los murciélagos ciegos con el oído, los pajaritos ven muchos más colores que nosotros y no tenemos seguridad de que sean los mismos nuestros, etcétera.
Ejemplo: si un perro y una persona quieren buscar a alguien en un aeropuerto, le damos a la persona una foto del extraviado y al perro una media. Pero si lo hacemos al revés, la foto para el perro y la media para la persona, ¡seguramente nunca encontraremos al perdido! (risas).
Así, se establece un diálogo entre nuestro mundo interno y el mundo externo, por medio de los sentidos, que nos permite elaborar representaciones virtuales de los fragmentos del mundo real que necesitamos para sobrevivir. Pero no tenemos la visión íntegra de todo lo que hay allá afuera. Lo que pasa es que a través de unos quinientos o setecientos años de evolución, los humanos nos hemos puesto de acuerdo en una especie de «alucinación colectiva estándar» y vemos más o menos lo mismo. Eso es lo que nos permite ser una sociedad con referentes universales.

¿Por qué dice que el «yo» es un mito?
Los seres humanos no tenemos cerebro. Somos nuestro cerebro. Cuando le cortan la cabeza a alguien, no lo decapitan sino que lo decorporan. Porque es en este prodigioso órgano donde somos, donde se genera nuestra autoconciencia, el «yo» de cada uno. Por tanto, lo que llamamos «yo» no es separable del cerebro. Si dijéramos «el cerebro me engaña», la implicación sería que mi cerebro y yo somos dos cosas diferentes. Mi tesis central es que el «yo» es un estado funcional del cerebro y nada más, ni nada menos.
El «yo» no es diferente del cerebro. Ni tampoco la mente. Son unos de tantos productos de la actividad cerebral, a partir de la cual hemos llegado a la Luna y tenemos posibilidades ilimitadas de hacer realidad nuestros sueños.

¿Cómo puede ser el «yo» un estado funcional del cerebro?
El núcleo de mi tesis radica en el concepto de oscilación neuronal, como la de las cuerdas de una guitarra o de un piano cuando las pulsamos. Las neuronas tienen una actividad oscilatoria y eléctrica intrínseca, es decir, connatural a ellas, y generan una especie de danzas o frecuencias oscilatorias que llamaremos «estado funcional».
Por ejemplo, los pensamientos, las emociones, la conciencia de sí mismos o el «yo» son estados funcionales del cerebro. Como cigarras que suenan al unísono, varios grupos de neuronas, incluso distantes unas de otras, oscilan o danzan simultáneamente, creando una especie de resonancia. La simultaneidad de la actividad neuronal (es decir, la sincronía entre esta danza de grupos de neuronas) es la raíz neurobiológica de la cognición, o sea, de nuestra capacidad de conocer.
Lo que llamamos «yo» o autoconciencia es una de tantas danzas neuronales o estados funcionales del cerebro. Hay otros estados funcionales que no generan conciencia: estar anestesiado, drogado, borracho, «enlagunado», en crisis epiléptica o dormido sin soñar. Cuando se sueña o se fantasea, ya hay un estado cognoscitivo, aunque no lo es en relación con la realidad externa, dado que no está modulado por los sentidos.
Pero en los otros casos o estados cerebrales, la conciencia desaparece y todas las memorias y sentimientos se funden en la nada, en el olvido total, en la disolución del «yo». Y, sin embargo, utilizan el mismo espacio de la masa cerebral y ésta sigue funcionando con los mismos requisitos de oxígeno y nutrientes.
Aunque el estado funcional que denominamos «mente» es modulado por los sentidos, también es generado, de manera especial, por esas oscilaciones neuronales. Por tal razón podríamos decir que la realidad no sólo está «allá afuera», sino que vivimos en una especie de realidad virtual.
Es decir, que no es tan distinto estar despierto que estar dormido...
El cerebro utiliza los sentidos para apropiarse de la riqueza del mundo, pero no se limita a ellos. Es básicamente un sistema cerrado, en continua actividad, como el corazón. Tiene la ventaja de no depender tanto de los cinco sentidos como creíamos. Por eso, cuando soñamos dormidos o fantaseamos, podemos ver, oír o sentir, sin usar los sentidos, y por eso el estado de vigilia, ese sí guiado por los sentidos, es otra forma de «soñar despiertos».
El cerebro es una entidad muy diferente de las del resto del universo. Es una forma distinta de expresar «todo». La actividad cerebral es una metáfora para todo lo demás. Tranquilizante o no, el hecho es que somos básicamente máquinas de soñar que construyen modelos virtuales del mundo real.

¿Cómo mantener activa nuestra «máquina de soñar»?
Estamos hablando de que todos estos prodigios de la mente se generan en tan sólo un kilo y medio de masa cerebral, con un tenue poder de consumo de catorce vatios. De manera que para mantenerla en forma se requieren buena nutrición, buena oxigenación y protegerse de golpes.
Sin embargo, lo más importante es usar el cerebro, cosa que muchas personas no parecen tener tan claro. El problema es que la inteligencia es limitada pero la estupidez es infinita. Por eso es tan urgente promover una buena educación, que enseñe a pensar claramente a través de conceptos y no de mera memorización de datos. Hay que entender la diferencia entre saber (conocer las partes) y entender (ponerlas en contexto). Por ejemplo, una lora sabe hablar pero no entiende nada.

¿Por eso en su investigación se busca la síntesis y no la especialización, propia de la ciencia positiva estadounidense?
El análisis del detalle es más fácil que la síntesis, pero no es suficiente. Como en la película La tienda de empeño, donde Chaplin atiende a un cliente que le pide arreglar un reloj. Saca abrelatas, alicates, empieza a sacar las partes hasta desbaratarlo por completo. Luego pone todos los pedazos en el sombrero y se los entrega al desolado cliente. ¡El señor desbarató el reloj y no lo pudo volver a construir! Así es la ciencia analítica o especializada: sin la síntesis, sólo tiene grandes cantidades de pedazos de cosas.


No obstante, es incorrecto decir que mi trabajo es síntesis de fisiología con biología, con zoología, entre otras ciencias. Mi interés es explicar cómo son las cosas. El problema es que esos cajones del saber («esto es física, esto es química, etc.») son artificiales, por lo cual yo no los respeto. El mundo es uno. Y la gente le da nombres porque es estúpida y se fracciona en función de palabras, en vez de tomar las cosas por lo que son.
Lo que estoy tratando de hacer es muy peligroso, porque yo me puedo mover de lo molecular a lo cósmico, sin problemas. Y eso resulta sospechoso para los científicos tradicionales, que sólo respetan el conocimiento muy especializado. En términos generales, los científicos se catalogan entre «topos» y «zorros». Los topos taladran, buscan la profundidad y cada vez saben más y más de una sola cosa. Los zorros lo ven todo, pero por lo mismo saben poco de mucho.
Alguien dijo sobre mi trabajo: «Ese señor Llinás es ambas cosas: un topo y un zorro. O mejor, un ¡“zorrotopo”!» (risas). Mi propuesta es que la ciencia sea análisis y síntesis, que la neurociencia se aventure a cuatro órdenes de magnitud y no sólo se quede en lo microscópico, y que así podamos no sólo saber sobre el cerebro, sino entenderlo, porque mientras más comprendamos la portentosa naturaleza de la mente, el respeto y la admiración por nuestros congéneres se verán notablemente enriquecidos.


Fuente:
Por Ángela Sánchez
Fotografías de Leopoldo Ramírez
http://www.revistanumero.com/39cere.htm

Lanzamiento del STS-129: Tierra, espacio y oceano

Espectacular video del lanzamiento del STS-129. Camaras múltiples y micrófonos de alta sensibilidad. Recomendación: Suban el volumen.

No se lo pierdan.

Ensalada Filosófica.

Jiddu Krishnamurti y la Vida.


AMAD LA VIDA

Durante el invierno esperan anhelosamente los árboles los tibios aires primaverales; pero cuando llega la primavera, si no hay savia en el árbol no da hojas ni flores ni frutos. Os hablo de la vida residente en todas las cosas, y en el mantenimiento de esta vida pura, robusta y vital hallaréis felicidad, no en su limitación y esclavitud. Todo el mundo se fija más en las ramas y las hojas del árbol que en la savia que lo vitaliza. Yo me fijo en la, vida del árbol y no en las ramas, hojas, flores y frutos, porque opino que mientras tenga el árbol vida sana será bella su expresión. De la propia suerte, si vuestra vida es robusta, vital y pura, alcanzaréis la Verdad ilimitada e insusceptible de condición. Si tratáis de condicionarla la traicionaréis.

Vosotros atendéis al aspecto del árbol, a la poda de sus ramas y al examen de sus hojas. Os embriagáis con su perfume y no os place que se os invite a considerar la causa productora del árbol, de sus ramas, sus hojas y su perfume. Si una rama está, muerta, la desgajan los vientos invernales. Tal es el hombre que no antepone la vida a toda menudencia, que no la liberta de la esclavitud en que la mantienen las frivolidades que la abruman. Para liberar la vida debéis amarla; pero preferís adorar a una imagen antes que adorar la vida en sí mismo. No os encojáis de hombros al escuchar lo que digo, sino atended diligentemente y lo comprenderéis. Si os domina el prejuicio y retorcéis la vida para seguir vuestras particulares creencias, para posaros en vuestra particular rama de expresión de vida, no hallaréis la Verdad.

A fin de alumbrar aquel manantial que se convertirá en torrente y os llevará al logro de la liberación, de la Verdad y del cumplimiento de la vida, debéis descubrir lo esencial para vuestra comprensión y desechar todo cuanto sea de secundaria importancia; pero si anteponéis lo accesorio a lo esencial, seréis desdichados, lucharéis y sufriréis desengaños, ansiedades y angustias. Esto es lo que estáis haciendo, porque para vosotros no es importante, la vida ni su liberación. Cuando améis la vida no querréis eludir la tristeza ni la duda ni las pruebas que os sobrevengan, porque sabréis que os darán experiencia y que 1as venceréis, desbaratando las ligaduras con que sujetasteis la vida.

Para hallar la Verdad debéis de dar de lado a la adoración de 1a imagen y enamoraros de la vida. Entonces alcanzaréis la inmortalidad. No teme a la muerte quien ama la vida y ve la vida en los ojos del prójimo. Amad la vida y sed leales con la vida y no con las personas, porque la adoración de personalidades no os conducirá a la Verdad.

La Verdad no pertenece a determinado individuo ni a determinada religión. La Verdad no se encuentra en los obscuros santuarios de los templos ni en los vestíbulos de las asociaciones ni en los libros ni en las ceremonias. Yo quisiera conduciros a la comprensión de la Verdad, pero vosotros preferiríais más bien que os repitiese lo que tantas veces os dije. Preferiríais que os adormeciese y arrullase cómodamente, en vez de despertaros el deseo de abandonarlo todo para descubrir la vida.

Si conocierais la causa de la belleza del mundo, de las movientes sombras, no caeríais en la ilusión de las manifestaciones de vida, sino que por amor a la vida buscaríais la Verdad que es la misma vida.

J. Krishnamurti, La Vida Liberada, años 1922/1925.

La Humanidad necesitará dos planetas en 2030 para mantener su estilo de vida


La Tierra ha perdido en poco más de un cuarto de siglo casi la tercera parte de su riqueza biológica y recursos, y al ritmo actual la Humanidad necesitará dos planetas en 2030 para mantener su estilo de vida, advirtió el 28 de octubre de este año el Fondo Mundial de la Naturaleza (WWF).
La demanda de la Humanidad excede en cerca de un 30% la capacidad regeneradora de la Tierra, según el Informe Planeta Vivo 2008, que es difundido por este grupo ecologista cada dos años, y trata temas sobre la situación ambiental de los ecosistemas del planeta.
El estudio muestra que más de las tres cuartas partes de la población mundial viven actualmente en países que son "deudores ecológicos", ya que el consumo nacional ha superado a su capacidad biológica de regeneración.
El informe señala que el Índice Planeta Vivo ha descendido casi un 30% desde 1970, es decir, que se han reducido en esa proporción unas 5000 poblaciones naturales de unas 1686 especies, una tasa superior a la del 25% del informe de 2006. Estas pérdidas se deben, en primer lugar a la deforestación y la reconversión de tierras en los trópicos, pero también a factores como la polución, la sobrepesca y el impacto de diques y del cambio climático.
Según el estudio, que ha medido la "huella ecológica de la humanidad", o el deterioro que las actividades humanas producen en los ecosistemas, éstas han utilizado una media de 2,7 hectáreas globales por persona, mientras que la biocapacidad de los sistemas es de 2,1 hectáreas por persona.
Estados Unidos y China cuentan con las mayores huellas ecológicas nacionales, cada una un 21% de la biocabacidad global, pero ambos países consumen una parte mucho mayor de los recursos. Cada ciudadano de Estados Unidos requiere una media de 9,4 hectáreas globales, mientras que los chinos usan una media de 2,1 hectáreas. Ocho naciones -EE.UU., Brasil, Rusia, China, India, Canadá, Argentina y Australia- contienen más de la mitad de la biocapacidad global.
España ocupa la posición número duodécima a escala mundial y tiene un déficit ecológico del 338%, lo que significa que necesitaríamos 3,5 países más para mantener nuestras actuales demandas.

Todos estos datos nos hacen reflexionar sobre la situación ecológica actual. El mundo ha infravalorado sus recursos medioambientales y esto producirá un desastre ecológico. Se actúa ecológicamente buscando la gratificación inmediata sin mirar las consecuencias.
Sin embargo, creo que, aunque sea poco a poco, cada vez más personas toman conciencia de este hecho y gracias a informes como los que he mencionado arriba, nos damos cuenta de la situación insostenible en la que nos encontramos.
Aportemos todos nuestro grano de arena.

Heraldo de Aragón (29 de octubre de 2008)
Silvia Torrente Iranzo. IES Miguel Catalán.

Mediante la propaganda es posible controlar la opinión pública


Propaganda (1928)«Aquellos que manipulan el mecanismo oculto de la sociedad constituyen un gobierno invisible que es el verdadero poder que gobierna nuestro país. Somos gobernados, nuestras mentes moldeadas, nuestros gustos formados, nuestras ideas sugeridas mayormente por hombres de los que nunca hemos oído hablar. Esto es un resultado lógico de la manera en que está organizada nuestra sociedad democrática. Grandes números de seres humanos deben cooperar de esta forma si quieren vivir juntos como una sociedad que funcione con fluidez. En casi cualquier acto de nuestras vidas, sea en la esfera de la política o de los negocios o en nuestra conducta social o en nuestro pensamiento ético, estamos dominados por un número relativamente pequeño de personas que entienden los procesos mentales y los patrones sociales de las masas. Son ellos quienes manejan los hilos que controlan la opinión pública».

Propaganda (1928)

Extracto del libro escrito por Edward Bernays

sábado, 13 de marzo de 2010

Deep Forest: Sweet Lullaby

Enigma: Rivers of Belief

¿Que es primero el huevo o la gallina?

Un cerebro oculto en la Capilla Sixtina

Frescos de la Capilla Sixtina

Miguel Ángel





Ciencia y religión, unidas en una imagen creada por el gran Miguel Ángel en su obra maestra, los frescos de la Capilla Sixtina.

En 1990, el doctor Frank Lynn Meshberger publicó un articulo en el Diario de la Asociación Médica Norteamericana explicando que las figuras y sombras situadas detrás de la de Dios, son una imagen anatómicamente precisa del cerebro humano, incluyendo el lóbulo frontal, el quiasma óptico, el tronco del encéfalo, la hipófisis (o glándula pituitaria) y el cerebelo.

Dios esta superpuesto sobre el sistema límbico, el centro emocional del cerebro. Su brazo derecho se extiende desde la corteza prefrontal, la región más creativa y más exclusivamente humana del cerebro. Bajo el brazo extendido del creador, aparece curiosamente un ángel entristecido, en un área del cerebro que aparece activada en una tomografía TEP, cuando alguien experimenta un pensamiento triste.


Esta escena es la famosísima creación de Adán . Adán ya esta vivo y Dios le infunde la chispa de vida sin tocarse, conectados como una sinapsis neuronal.

La creación de Adán
(Miguel Ángel)


imagen antes de la restauración.

La creación de Adán es un fresco en el techo de la Capilla Sixtina pintado por Miguel Ángel alrededor del año 1511. Ilustra el episodio bíblico del Génesis en el cual Dios le da vida a Adán, el primer hombre (según la tradición bíblica). Cronológicamente es el cuarto de los paneles que representan episodios del Génesis en el techo de la capilla, fue de los últimos en ser completados y es una de las obras de arte más apreciadas y reconocidas en el mundo

Dios es representado como un hombre anciano y con barba envuelto en una alborotada túnica color púrpura, la cual comparte con unos querubines. Su brazo izquierdo está alrededor de una figura femenina, normalmente interpretada como Eva, quien no ha sido creada aún, en sentido figurado, espera en los cielos a que le sea dado un lugar en la Tierra. El brazo derecho de Dios se encuentra estirado para impartir la chispa de vida de su propio dedo al de Adán, cuyo brazo izquierdo se encuentra en idéntica posición al de Dios. Es famoso el hecho de que ambos dedos están separados por una mínima distancia. La pintura tomó de tres a cuatro años en ser completada.



La composición es obviamente artística y no literal, ya que Adán es capaz de alcanzar el dedo de Dios, incluso antes de que se le haya dado ""vida". De la misma manera, Eva es representada antes de su propia creación. La inclusión de Eva ha llevado a algunas personas a creer que la figura femenina podría representar a Lilith la mítica primera esposa de Adán, aunque, según la Biblia, Lillith también fue creada después de Adán.

Las posiciones idénticas de Dios y Adán se basan en el Génesis 1:27, que dice que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza. Al mismo tiempo Dios, que aparece flotando en el aire contrasta con la imagen terrenal de Adán, quien se encuentra acostado en una estable triángulo de tierra. El nombre de Adán viene del hebreo y significa hombre y la forma femenina Adamah significa Tierra. La inspiración de Miguel Ángel pudo haber venido del himno medieval Veni Creator Spiritus en el que se pide que el dedo de la mano paterna derecha (digitus paternae dexterae) de a los fieles amor y corazón.

Teorías anatómicas

Varias hipótesis han surgido en torno al significado de la composición original de La Creación de Adán. Muchas de éstas toman la bien documentada experiencia de Miguel Ángel en la anatomía humana como punto de partida.

En 1990, un doctor llamado Frank Lynn Meshberger publicó en Diario de la Asociación Médica Norteamericana que las figuras y sombras representadas atrás de la figura de Dios aparecían como una acertada representación del cerebro humano incluyendo el lóbulo frontal, el quiasma óptico,el tronco del encéfalo la hipófisis (o glándula pituitaria) y el cerebelo.

Alternativamente, ha sido observado que el manto rojo alrededor de Dios tiene la forma del útero humano y que la bufanda verde que cuelga de él, podría ser un cordón umbilical recién cortado. Otras personas también creen que la imagen de Eva puede ser vista como parte de Adán, pues su pierna derecha puede representar el torso y la parte superior de su rodilla el pecho.

La infidelidad































Orígenes, causas y soluciones

INTRODUCCION


El tema de la infidelidad es muy complejo y es algo que muchos no lo quieren topar, otros prefieren obviar y otros tantos más lo prefieren torear. Pero este es un hecho de la cotidianidad humana occidental que se necesita comprender y enfrentar. A más de ser un tema totalmente cultural y con influencia religiosa, es algo que afecta a millones de personas diariamente. Les voy a presentar un enfoque sobre el tema y cómo manejarlo que espero alivie las relaciones y las encause beneficiosamente para las partes.

Para empezar es importante reconocer que la naturaleza del ser humano no es monogámica, al menos en este punto de su proceso evolutivo/involutivo. Esto NO es una excusa para aventurarse en relaciones infieles. Es un hecho que nos ayuda a comprender lo mal manejadas que están las orientaciones modernas de la pareja. La monogamia es un compromiso adquirido conscientemente y por propia voluntada y se define como:

1 Estado de la persona o animal monógamos: en las sociedades occidentales la monogamia es el tipo de unión conyugal más habitual.

2 Régimen familiar que prohíbe tener más de una esposa al mismo tiempo.

Pero parece que esto es, hoy en día, un ideal soñado por los humanos que no se ven en capacidad de poder sostenerlo. La infidelidad, por su parte, no es ni buena, ni mala cuando se la comprende como un fenómeno cultural pues estoy segura que ese no es un tema de pre-ocupación para las sociedades en la que los hombres pueden tener más de una esposa. Claro, que en el mundo de igualdades de este nuevo siglo, en aquellas sociedades debería pensarse no sólo en las esposas de un hombre sino en los esposos de una mujer, pero esa no es nuestra realidad y, por ende, nos concentraremos en este tema como es en este lado del planeta.

¿Por qué la gente escoge ser infiel? De hecho hay muchos motivos. Uno de esos puede señalar que algo no está bien en la relación de pareja. También tiene que ver la falta de creatividad en las relaciones y como lo comentó Fernando Larrea, un psicólogo con quien analizo frecuentemente muchos casos: “Por un lado, porque la gente se cansa de la rutina y, por otro, porque la tentación de obtener placeres nuevos haciendo algo que rompe un pacto, pero sin que se sepa, trae su propio placer”. Considero que el problema fundamental radica en la falta de conciencia que cada uno tiene de sí mismo y frente a las relaciones que escoge tener. Ahora, casi nadie nace sabiendo, como se dice, y esto implica que crecer en edad debería ser sinónimo de crecer en conciencia y madurez pero, a menudo, no es así. La gente va creciendo y va teniendo experiencias a las que no se les extrae su enseñanza y, como resultado, se queda estancada en la comodidad de la superficialidad de la vida. Es la misma comodidad que nos lleva a comportarnos como víctimas y que nos impide responsabilizarnos de nuestra propia vida. Pero, lo cómodo y fácil no implica que sea la mejor opción. Más bien, este tipo de camino, a menudo, es el camino hacia la hoguera.

Si una pareja escoge tener una relación en la que la “infidelidad” es parte de su agenda, y lo es conscientemente para los dos, ¿podemos hablar de infidelidad? Esto nos lleva a muchas otras preguntas como: ¿Qué tiene que ver la sexualidad con el amor? ¿Qué es el amor? ¿El amor es garantía de fidelidad? ¿La fidelidad es un valor o un esfuerzo consciente? Este es un tema que ha sido parte de la historia humana de siempre y que, en estos tiempos, se la experimenta con más intensidad por los dos sexos. Hay muchos “valores” tradicionales y se podría decir que hasta bíblicos, que se han ido perdiendo. Consideremos algunos de los mandamientos cristianos:

  • no cometerás actos impuros
  • no dirás falso testimonio ni mentirás
  • no consentirás pensamientos ni deseos impuros
  • no codiciarás bienes ajenos
Estas son imposiciones bastante claras que parecerían casi imposibles de cumplir. No sólo porque todo esto está prohibido, y no hay nada que guste más, al ser humano, que el sabor de lo prohibido. A la mayoría de personas no nos gusta que nos estén diciendo qué podemos y no hacer. Este aspecto es parte de la psicología humana contemporanea e histórica. Eso puede ser porque el ser humano viene a buscar su camino que es, al mismo tiempo, diferente e igual que el de los demás, pero en tal caso, todo el tiempo, desde pequeño está en esta lucha por ser lo que es. Estos principios impartidos por la religión más predominante, en nuestro medio, son más débiles que las necesidades biológicas y los impulsos sexuales humanos. Quizás sea la hora de reevaluar la forma de expresar estas intenciones y la forma de transmitirlas. Aunque más importante sería analizar el motivo para que estos “valores” tengan tan poca importancia en estos tiempos. A diario somos bombardeados por actos impuros como robos, asaltos, matanzas. Vemos igualmente, a diario, como nos mienten los líderes, los vecinos, los amigos, los hijos, las parejas. Con semejante bombardeo de cosas impuras, ¿cómo no vamos a tener pensamientos impuros? Y, con una sociedad consumista, ¿cómo no vamos a codiciar bienes ajenos, sobre todo si no los tenemos, sea esto una pareja, un bien inmueble, o un chupete? La involución del ser humano nos está dejando totalmente vacíos en nuestra auto-destrucción. Lo más interesante es que los motivos por los que duele tanto la infidelidad son justamente aquellos que están detrás de los valores que estamos perdiendo: honestidad y sinceridad versus mentira; fidelidad y transparencia versus traición; amor verdadero versus pasión física o codicia sexual.

Hay algunas opciones para cultivar la monogamia, si ese es el deseo de la pareja y las relaciones conscientes están al tope de esta pirámide de opciones. Relación consciente implica primero y por sobre todas las cosas, una relación auténtica, honesta y lo más posiblemente clara con uno mismo. Esto es fundamental para poder tener una relación consciente con otra persona. ¿Por qué? Esto se debe a que si uno no tiene este tipo de relación con uno mismo, lo que ofrece no será claro, no será confiable, ni ofrece ningún tipo de consistencia. Esto último es necesario para poder sentir tranquilidad en la relación. Lo óptimo sería toparse con otra persona consciente que se presente tal y como es y que ofrezca esta consistencia que hace que las relaciones funcionen.

La base sobre la que se construye las relaciones de pareja es el amor, y la base del amor es el respeto, la confianza, la transparencia y la verdad. Estos cuatro valores son fácilmente quebrantados por la cobardía de la mentira, el engaño y la desconfianza. Recuperar esos valores es extremadamente difícil y es como construir sobre las bases de una casa afectada por un terremoto que, aunque sigan de pie, han sido sacudidas y seguramente quedan vulnerables. Usando esta metáfora de la casa, se puede pensar en una segunda opción: si la pareja tiene los medios, se puede botar todo para construir de nuevo. Los medios aquí implicarían: una capacidad para perdonar y dejar ir las heridas del pasado, y un deseo de renovación que saque las fuerzas de las entrañas para lograr un cambio mutuo. Esto es algo difícil pero no imposible de lograr. A continuación haré un seguimiento del proceso que vivimos en nuestras sociedades y que refleja el manejo superficial de las relaciones.

EL PROCESO DE LA RELACION

El ENAMORAMIENTO
Las relaciones empiezan con esta atracción que puede ser mutua desde el principio o no. La edad es lo de menos. Empiezan las salidas, los coqueteos, las flores, los mutuos piropos. Luego no se puede dormir pensando en todo lo que se desea que suceda con esa persona y la tenemos en mente todo el día. El estado de “enamoramiento” es total, el cuerpo se siente liviano, casi como si estuviese volando. Las sonrisas se desprenden para todo, aunque sea un momento desagradable. Todo vuelve a la felicidad el rato de recordar algún gesto de la persona “idolatrada”. Se cuentan los minutos para volverla a ver. Los amigos friegan al hombre y las amigas quieren saber todos los detalles de lo que ella les quiera contar. Si, es un estado maravilloso. Pero, ¿qué mismo es el enamoramiento y por qué sucede? ¿Qué tan bueno es tomar decisiones definitivas durante este estado? A más de ser un estado en que todas las hormonas fluyen satisfactoriamente y a uno le brillan los ojos, ¿qué más es este codiciado enamoramiento? La descripción más cercana que he encontrado que defina al enamoramiento es: “la ilusión”. Nosotros concebimos a la ilusión, desde ese estado, como un deseo que está en proceso de hacerse realidad. Estamos “ilusionados” con la relación. Nos entusiasma a tal punto que pensamos que va a ser la panacea de nuestra vida, aquello que hemos esperado que llegue. Pero si preguntamos qué es lo que estamos esperando que llegue, no tendremos respuestas claras y concretas sino asimismo, respuestas vagas y generales como: es la persona que me va hacer feliz; es la persona más adecuada para mí; es la persona a la que amo; es mi alma gemela, etc. El motor de estos conceptos es “la ilusión”. Pero, ¿qué mismo es la ilusión? Según un diccionario de habla hispana encontrado en www.diccionarios.com , la ilusión es: del latín illusio , illusionis ‘engaño’. De la familia etimológica de aludir (V.).
nombre femenino.
1 Esperanza, con o sin fundamento real, de lograr o de que suceda algo que se anhela o se persigue y cuya consecución parece especialmente atractiva: tiene la ilusión de viajar a París antes del verano; nunca ve cumplidas sus ilusiones; no nos hagamos ilusiones; la proclamada disminución del precio de las viviendas parece que se va a quedar en sólo una ilusión.
2 Sentimiento de alegría y satisfacción que produce la realización o la esperanza de conseguir algo que se desea intensamente: sintió una gran ilusión cuando le concedieron el primer premio del concurso; me hizo mucha ilusión que vinieras.
3 Imagen mental engañosa provocada por una falsa percepción de la realidad debida a la interpretación errónea de los datos que perciben los sentidos: la extenuación hizo que los marineros tuvieran la ilusión de que ante ellos había tierra firme. ilusión óptica Fenómeno que consiste en una percepción visual errónea de la forma, de las dimensiones o del color de un objeto: a medida que los arcos se alejan de la entrada se hacen algo más bajos, lo que produce la ilusión óptica de que el salón es más largo de lo que es en realidad.

Como pueden leer, definitivamente tenemos una relación distorsionada con nuestras ilusiones si, por un lado, sabemos que es un engaño, algo irreal, y, por el otro, lo usamos como “un sentimiento de alegría y satisfacción que produce la realización o esperanza de conseguir algo que se desea intensamente”. La base de la ilusión es el engaño, y en este caso, el autoengaño. Antes de que sus mentes salten a conclusiones sobre el tema, la intención de este mensaje es que se entienda el enamoramiento objetivamente, tal y como es, con sus pros y sus contras, pues a veces, pocas en realidad, coincide que lo que vimos en la persona es lo que esa persona era en realidad y, obviamente, esto acarreará futuros problemas en la relación. Esto sucede porque estamos gobernados por las expectativas que nos han inculcado socialmente, desde pequeños, sobre el tema. La idea de que lo óptimo, la realización más importante y por la que todos lloramos algún momento, es llegar a grande para casarse, tener una familia y ser felices por siempre, como en los finales felices de los cuentos de hadas y las novelas, es con certeza una “ilusión”. Esa influencia flota en el ambiente y la recogemos por todos lados. No es transmitida conscientemente ni con una orientación profunda que nos permita comprender de qué se trata las relaciones y cómo funciona la dinámica de interacción humana. Además, la felicidad como meta desde este enfoque es un error, pues no es un premio que obtener sino un estado de conciencia personal que lograr. En tal caso, sin esta etapa de “enamoramiento” sería muy difícil que se plasmen las relaciones. Es una etapa necesaria que nos ayuda a crecer, a comprender, a experimentar las relaciones humanas íntimas. Hay que disfrutar este período sabiendo que, para tomar una decisión de “matrimonio”, es mejor hacerlo habiendo hecho un análisis objetivo sobre la dinámica de la relación.

Entonces, y hablando en términos generales, llegamos a una edad de independencia que inicia, aproximadamente, a los 18 años y creemos que estamos listos y listas para todo. Muchas son las parejas que se casan muy jóvenes, sea cual fuere el motivo. Todavía, en estos tiempos, muchas mujeres, sobre todo, que no se han casado hasta los 30, se sienten desesperadas, solteronas, solitarias y con baja autoestima. No están cumpliendo con su programación o existe un auto-boicot o no encuentran la persona adecuada. La sensación de que no han encontrado su pareja hasta esa edad, en vez de crear un deseo por el auto-conocimiento, estimula la melancolía, la tristeza y la baja autoestima. Como mencioné anteriormente, aquí juega un papel importantísimo la programación con la que hemos crecido. Programación social y familiar para todo: para lo que se espera de nosotros, para creer lo que se nos hizo creer que somos, para comportamiento de acuerdo con las circunstancias, para valorar las cosas y la vida, en fin, la programación es total. Un porcentaje de la programación es valioso; aquel que tiene que ver con valores universales como: la honestidad, la sinceridad, la integridad, la bondad que, en la medida que sean programados y comprendidos, son aspectos que realzan la experiencia humana y nos ayuda a enfrentar los aspectos oscuros de nuestra humanidad. Pero, si nos enseñan por enseñar, sin un ejemplo y sin que quienes aprenden los entiendan y asimilen, tarde o temprano, estas programaciones serán quebrantadas. Otra forma de transmitir el mensaje es enseñar en términos religiosos como: NO mentir, NO robar, NO hacer a tu prójimo lo que no quieres que te hagan a ti, etc. De hecho hay una diferencia entre enseñar con teoría o enseñar con ejemplo tanto como enseñar con la reflexión y el análisis práctico o con un NO a un montón de cosas. Así que salimos, del colegio, preparados para la vida, preparados para ser responsables, seguir una carrera, a menudo, programada y empezar a ser adultos. Pocas son las personas que, por sus experiencias de vida, a los 18 años saben qué quieren y quiénes son en sus bases.

La educación escolar enseña historia, matemáticas, idiomas, gramática, deportes, normas de conducta, pero no enseña herramientas para conocerse a uno mismo. Y la familia, en muchos sentidos, no es sino una extensión del colegio tanto como el colegio es una extensión de la familia. Entonces, en función de esa realidad hacemos nuestra vida y cultivamos nuestras relaciones. Vivimos en una “ilusión” que para nosotros es nuestra realidad. Sin lugar a dudas la realidad y la ilusión pueden ser una, así como la realidad y la verdad. Todo depende de qué lado del péndulo uno esté viviendo. Y viviendo en esta “ilusión” de nosotros mismos queremos, desde nuestras entrañas, una relación verdadera. Algo que sea real-verdad, no real-ilusión porque sabemos, internamente, que la relación real-ilusión algún rato nos decepcionará y nos golpeará muy duro. Como no hemos aprendido a creer en las señales internas, como no hemos aprendido a vernos internamente, negamos cualquier sensación que nos intente decir que escogimos mal porque queremos, con todo nuestro ser, que esa persona sea la persona tan buscada por nosotros y eso, para empezar, es el primer velo de ilusión. Ahora, hay un par de cosas que son importantes resaltar en este momento. Primero, sí es posible que uno se encuentre con una persona con la que se lleve de maravilla y con quien la ilusión, la realidad y la verdad, en un momento dado, sea la misma y se mantenga así hasta que la muerte los separe. Estos casos son muy raros. Segundo, el rato de la unión firmada por dos personas, es posible que sus intenciones sean sinceras y que, en ese momento, los dos deseen ser el uno para el otro por siempre. El problema con eso es que no sabemos cómo se va a desarrollar nuestra vida ni cómo vamos a reaccionar ante eso. Un porcentaje muy alto de personas cambian su estilo de vida, con el paso del tiempo, y se dan cuenta que sus deseos de un momento dado estaban gobernados por la “programación”. Unos empiezan a encontrarse y otros se confunden aun más. En tal caso, en la mayoría de casos no hay un auto-conocimiento lo suficientemente claro como para entender lo que es asumir un compromiso monogámico. Si la presente estructura familiar y social estuviese bien encaminada se vería reflejada en la vida humana del planeta y no habría un nivel de divorcio mundial tan alto. Esto es un indicador de que algo no estamos haciendo bien, al menos, de acuerdo con la idea enseñada y aprendida por nosotros, en el mundo occidental, de que uno se casa con una persona para estar con la misma hasta que la muerte los separe.

EL MATRIMONIO
El proceso de los enamorados continúa hasta que llega el momento esperado del matrimonio. Las preparaciones arrebatan a los involucrados. Se suman grandes esfuerzos para el ritual de blanco. Entre esos está la orientación pre-matrimonial ofrecida por la Iglesia que, para tratarse de un proyecto de toda la vida, es muy corta. Inicia la ceremonia, todo el mundo entusiasmado, hay felicidad y hay tristeza también. Algunos familiares lloran, otros celebran con mucha alegría. La pareja se presta para escuchar un sermón y luego para responder unas preguntas que, supuestamente, reflejan su volición consciente:

Los novios se toman de las manos y responden a las preguntas del sacerdote:
El sacerdote:
“X”, ¿quieres recibir a “Y”, como esposa,
y prometes serle fiel
en las alegrías y en las penas,
en la salud y en la enfermedad,
y así, amarla y respetarla
todos los días de tu vida?
El novio:
Sí, quiero.
El sacerdote:
“Y”, ¿quieres recibir a “X”, como esposo,
y prometes serle fiel
en las alegrías y en las penas,
en la salud y en la enfermedad,
y así, amarlo y respetarlo
todos los días de tu vida?
La novia:
Sí, quiero
Los temas que se tratan aquí son muy claros y profundos. Sin embargo, la costumbre del ritual lo ha desmerecido mucho pues la mayor parte de participantes, no todos, contestan “sí” por costumbre y sin darse cuenta del compromiso que están adquiriendo. Muchos, inclusive, olvidan sus votos a la semana del valioso significado del intercambio de aros. A otro grupo le toma un par de meses y hay otros a los que les toma algunos años. Claro existen aquellos que prefieren que no les llegue ese momento ni les interesa que suceda. Estos últimos, siguen siendo pocos.

Si se detienen un instante para leer los textos de las dos opciones y reflexionan sobre los mismos, es increíble pensar en todo lo que surge de estas pequeñas y densas frases. Después del sí, queda todo olvidado. El problema no, solamente, radica en que estas respuestas quedan en el aire con el pasar del tiempo, sino que hemos vivido en una ilusión tan grande, en un autoengaño total que, cuando estando casados nos gusta alguien más, somos incapaces de hablar del tema con la pareja aceptando y enfrentando una realidad. Preferimos jugar a las escondidas, a las mentirillas y a las aventurillas. He escuchado de algunas personas una frase que dice: lo importante es que NO te trinquen. Hasta para una canita al aire hay que saber donde hacerlo. Hay otras expresiones que he escuchado que dicen: yo amo a mi esposa/esposo, pero tengo un “alguito” por ahí que no es serio, sólo una pequeñita distracción. Finalmente, hay quienes dicen: prefiero no saber ni jamás enterarme si hace algo. Increíble nuestra ilusión e incapacidad para vivir en la verdad. Una parte del problema que rodea la infidelidad y la vida de las personas, en general, es que como lo que hablamos, lo que decimos, ha sido todo aprendido y programado, nuestra relación con la vida es prácticamente teórica. Para que pasemos de la teoría a la práctica necesitamos ser conscientes de lo que decimos, de lo que hacemos y de como lo hacemos. La conciencia puede devenir del tiempo que le dediquemos a la contemplación de, por ejemplo: qué significa ser fiel, qué significa ser infiel, qué significa mentir y cuáles son las consecuencias para uno y para las partes involucradas. Luego hay que asimilarlo y vivir, consecuentemente, con lo que se ha comprendido. Esto puede tomar algún tiempo y algunas experiencias que, si las procesamos beneficiosamente, pueden ser opciones para comprender mejor lo que somos. Cuando se logra una alineación entre lo que se comprende y lo que se vive, en ese momento, ya no hay nada que esconder o que temer porque por impulso natural uno obra de acuerdo con la comprensión de lo contemplado. Las posibilidades de “equivocarse” cuando se ha realizado este proceso de comprensión son muy poco probables. Y si por circunstancias de la vida se equivoca, la persona es capaz de enfrentar, honestamente, la situación.

Si, desde pequeños, hubiésemos aprendido a tener una relación más consciente con uno mismo, con los demás, con lo que nos rodea: planeta, animales, naturaleza; otra sería la historia que estuviésemos viviendo. Pero como tenemos que partir de donde estamos, no vale la pena especular sobre como sería si fuese diferente. Continuando con el relato de la pareja enamorada, ahora ha contraído matrimonio. El amor desborda por los poros y la emoción de comenzar la vida matrimonial poco puede esperar. El primer año es uno de acoplo y con pocas, algunas o muchas diferencias, la pareja hace su esfuerzo por adaptarse a una nueva forma de vida: costumbres que se van adaptando a la dinámica de la pareja. Pasan un par de años, quizás, y empieza la ilusión de los hijos. Vienen los hijos y la mujer, comprensivamente, hace pedazos su cuerpo. Eso no es muy considerado cuando la pareja decide tener hijos. Se piensa en los hijos y no en todo lo que representa físicamente eso para una mujer porque eso es parte de su naturaleza. Ya no habrá el mismo cuerpo, muchos abdómenes maternales quedan con estrías, en fin, la belleza física irá cambiando con el tiempo y se van olvidando qué implicó tener hijos. Como mencioné, no hay que esperar a tener hijos para que muchos inviertan su atención en otras “parejas”. Lo que sucede de ahí casi sin excepción es que la mujer se dedica a su bebe y, por un tiempo, descuida a su pareja. La atención ya no es total para la pareja sino que el 99% de la atención está dirigida al bebé. Al principio no afecta tanto, pero pasan los meses y la presencia del bebé ya deja de ser novedad y empieza a ser rutina. Muchos hombres se sienten abandonados y tienen la excusa perfecta para buscar atención en otro lado. La vida ya no es igual con los hijos. La dinámica familiar cambia, las atenciones, las prioridades cambian.

Notando que esto es algo que parece ser tan común, surge la pregunta de si la infidelidad es normal, anormal, natural, ¿qué mismo es la infidelidad? La infidelidad se convierte en algo “negativo” cuando uno miente, esconde, o hace las cosas a espaldas de su pareja. Así, uno sabe que está haciendo mal. Si la pareja decide conscientemente involucrarse con terceros, no hay cargo de conciencia de ninguna de las partes y esto debería

Voy a concluir compartiendo una canción del compositor y escritor Rupert Holmes titulada Escape que narra la historia de una pareja que ya estaba aburrida de su rutina y que no parecía tener interés en activar la relación. Una noche cuando estaban en la cama, él tomó el periódico para leerlo y vio un anuncio que le pareció muy atractivo. Era un anuncio de una mujer que decía: Si te gusta las piñas coladas y mojarte en la lluvia; si no te gusta el yogurt y tienes medio cerebro; si te gusta hacer el amor a la media noche en lo más profundo de una cueva, yo soy el amor que tu buscas, escríbeme para escaparnos. Así que él no pensó en su esposa, aunque se sintió un poco mal por todos los años que habían estado juntos y contestó ese anunció, prácticamente, citándola en un bar al siguiente día para planificar su escape. El esperó con ansias el momento hasta que ella entró en el lugar. Reconoció su sonrisa al segundo y las curvas de su cara. Era su esposa y ella se acercó y le dijo: Ah! Eres tú. Entonces se rieron por un momento y él le dijo: no sabía que te gustaba las piñas coladas ni mojarte en la lluvia. Si te gusta hacer el amor a media noche, en las profundidades de una cueva, eres la mujer que he estado buscando así que ven conmigo y escapémonos.

Continuará tema de celos, proceso del amor, la comunicación, y más….

© Derechos reservados de Goy.