domingo, 22 de enero de 2012

2012 ¿un nuevo amanecer?

El próximo mes de diciembre es el final de un “ciclo Maya” de 400 años. Podríamos aprovechar este final para hacer posible un gran comienzo, la inflexión histórica que la humanidad anhela y merece. Después de siglos de poder absoluto masculino y de ciudadanos sumisos, obedientes y atemorizados, es ahora posible la participación no presencial, la libre expresión de opiniones, de criterios, de críticas, de propuestas.
Lo que está claro es que, en muy poco tiempo, la voz de “los pueblos” no sólo se dejará oír sino que será escuchada y comenzará el proceso de emancipación cívica. El tiempo del silencio ha concluido. El siglo XXI será el “siglo de la gente”, de todos, no de unos cuantos privilegiados, y las democracias ya no serán frágiles y encorsetadas sino sólidas, ágiles y eficientes.
Se ampliará rápidamente el porcentaje de “habitantes efectivos” del planeta, que hoy se reducen a un 20%. El resto sobrevive, en condiciones de gran precariedad, que alcanza con frecuencia límites humanamente insostenibles. Sin embargo, la pobreza no figura entre los objetivos de los países prósperos, ocupados en las fluctuaciones bursátiles, en el dinero, en mantener inmensos arsenales de armamento para garantizar su “seguridad”. Y así, las soluciones a los grandes problemas de la humanidad, enraizados en el acceso a la alimentación y a la educación, van siendo sucesivamente aplazadas, pospuestas. En lugar de crear empleo, sólo en Italia se anuncian 300 mil despidos más como consecuencia de las radicales medidas adoptadas. Eso sí, también allí los sueldos de los directivos de las grandes instituciones financieras permanecen astronómicos.
Sumamente importante es, al parecer, “devolver la deuda”, reducir el déficit. Pero, ¿quién se ha endeudado? ¿Quiénes son los responsables, en proporción muy superior al Estado, del endeudamiento? ¿Por qué deben ser, siempre, los contribuyentes quienes mitigan estos desmanes, sobre todo los procedentes del sector privado?
El año 2012, ¿un nuevo amanecer? Resumo 12 puntos especialmente relevantes para que este año pudiera ser crucial para pasar desde el naufragio presente a la tierra firme del “nuevo comienzo”.
1. Una crisis sistémica requiere cambiar el sistema, es decir, conferir el poder y la iniciativa a la sociedad y volver a orientar la acción política por los principios democráticos – tan bien expresados en el preámbulo de la Constitución de la UNESCO- y no por los mercados, tanto a escala local y regional como global.
2. Después de la intolerable e inmoral intervención en Irak, el poder cívico mundial deberá ahora oponerse con especial firmeza a otras “aventuras” de esta naturaleza y muy especialmente a la que tendría a Irán como objetivo, tanto por razones geoestratégicas (espoleadas por Israel) como por las fabulosas reservas iraníes de oro negro. Para los problemas que pueda plantear Irán, o los que ya plantean Yemen y Siria, la única solución aceptable es –como hubiera sido en el caso vergonzoso de Libia- la intermediación de las Naciones Unidas como único interlocutor contando con el respaldo del mundo entero.

3. Hambre, genocidio cotidiano: “Me duele este niño hambriento como una grandiosa espina”, escribió el inolvidable Miguel Hernández. Debemos procurar que nos duela a todos, todos los días, para reclamar con voz firme y permanente que no podemos seguir tolerando que, al socaire de problemas económicos y de primas de riesgo, sigan muriendo de hambre miles de seres humanos.
4. Medioambiente. Después de Durban, de un nuevo fracaso por total abandono de los países más poderosos de la Tierra, las perspectivas para la celebración en el año 2012 de Rio+20 no pueden ser menos halagüeñas. Y sin embargo, Rio+20 no puede fracasar. Se trata de una cuestión esencial, de conciencia de solidaridad intergeneracional. Millones de mujeres y hombres de toda la Tierra deben gritar que no van a consentir que se alcancen puntos de no retorno, de lesiones irreversibles en el entorno ecológico que afecten irreversiblemente la habitabilidad del planeta.
5. ¿Creación de empleo? ¿Sin poder “emitir” fondos para incentivos? ¿Sin poder disponer de eurobonos? ¿Sin asegurar un mayor equilibrio entre tantas asimetrías sociales y económicas? ¿Sin federación fiscal en Europa? ¿Sólo con recortes y más recortes? ¿Por qué no hacemos como los Estados Unidos –300.000 millones de dólares en emisiones para incentivos- y en el Reino Unido -75.000 millones de libras- para iniciar el crecimiento? ¿Por qué no se procura una cierta relocalización productiva?
6. No más olvido de los muertos, de los que fallecen cada día de inanición y extrema pobreza, de las víctimas de todas las guerras, de los asesinados, de los marginados, de los pueblos que no hallan el “acomodo” internacional que merecen después de tantos años de aguardar en condiciones a menudo inhumanas…
7. Desarme nuclear y reducción inmediata y profunda de la venta y exigencia de adquisición de artefactos militares, propios, en gran medida, de guerras pretéritas.
8. Europeos, atención al Pacífico: mientras seguimos vinculados al Tratado del Atlántico Norte en lugar de disponer de nuestra propia autonomía en materia de seguridad, los Estados Unidos están dando, con inusitada rapidez, una atención prioritaria al Pacífico. En la próxima década, según la señora Clinton, “Norteamérica realizará la mayor inversión diplomática, económica y estratégica en la región Asia-Pacífico”.
9. Emancipación de América Latina, acontecimiento muy importante a tener en cuenta. Hace poco se ha iniciado en Caracas, con la asistencia de la práctica totalidad de los países de América Latina y del Caribe, el proceso constitutivo de la CELAC, la Confederación de Estados de toda la región. Después de Mercosur y Unasur, ahora –amigos, sí, tutelados, no- la CELAC constituye la esperada “edad adulta” de una región importantísima para la estabilidad mundial, ya que no sólo moderará la influencia del “gran hermano del Norte” sino que atemperará la creciente y excesiva influencia de China.
10. Drogas. Las acciones –incluidas las militares- se centran en los países de la “oferta”, cuando la posible solución se halla en los grandes países de “demanda”, comenzando por los Estados Unidos de Norteamérica. Queda claro que la solución no llega por la fuerza ni por eliminar cultivos que proporcionan grandes beneficios a los narcotraficantes. Así, en Afganistán, de cuya “amapola” procede más del 90% de la heroína que se consume actualmente en el mundo, se calcula que una hectárea proporciona alrededor de 13 mil dólares al año, cuando cualquier plantación de cereales no llega a los 500 euros. La solución no pasa sólo por la eliminación de los cultivos sino por una sustitución –por ejemplo, el azafrán- que compense razonablemente, ayudando de manera simultánea con otras posibilidades de desarrollo.
11. La voz de “los pueblos”. La primavera árabe y el 15-M. El 15-M y la protesta global han sido considerados, ¡nada menos!, “personaje del año” por la conocida revista internacional Time. La “primavera árabe”… otoño occidental, invierno de quienes siguen pretendiendo que un puñado de países ricos dirija el mundo. En los cinco continentes, “los indignados”, siguiendo la recomendación del joven nonagenario Stephane Hessel, han conseguido no sólo manifestar pacíficamente sus protestas y disentimiento sino ofrecer nuevas propuestas de un nuevo modo, habiendo iniciado un proceso de despliegue planetario que ya no se detendrá. No se engañen: en poco tiempo, “los pueblos” reducirán a los “mercados”. El “99%” se impondrá, lógicamente, al 1% que hoy acapara el poder y la riqueza.
12. El “Baktun” del calendario Maya. La “cuenta larga” del calendario Maya termina el 21 de diciembre de 2012 y marca el punto medio exacto del ciclo de 26 mil años! Algunos pretenden dar a este fin de “ciclo de 400 años”, que coincide con el “gran punto medio”, malos augurios. No es cierto. Bien al contrario, prevén que la “gran energía solar” influirá en que exista una mayor conciencia individual que actúe sobre el comportamiento y, debo destacarlo, se calcula que en los años comprendidos entre el 2012 y el 2032 la mujer adquirirá un especial relieve por su capacidad y mayor sensibilidad en favorecer el advenimiento de una “nueva era”.

Por: 

Federico Mayor Zaragoza

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