Tom Hodgkinson nos proporciona un divertido plan para romper las cadenas del aburrimiento y cambiar de vida. Un muestrario de consejos prácticos, de reflexiones edificantes, escrito con ironía y humor desenfrenados que te ayudarán a deshacerte de los obstáculos de la sociedad consumista y te animarán a conseguir tus verdaderos deseos. Un manifiesto ecologista, una llamada a la resistencia contra la burocracia, los gobiernos, las tareas domésticas, los supermercados y el despilfarro. Un alegato a favor del carpe diem.
Agárrate fuerte a las páginas de este libro y despliega tus alas. Ha llegado el momento de echar a volar… ¿Estás preparado para ser libre?
Algunas de las cosillas que aprendí leyendo este libro que no tienen porque ser ni ciertas ni falsas ni todo lo contrario:
- La holgazanería es prácticamente sinónimo de libertad.
- El mundo occidental ha permitido que la libertad, la diversión y la responsabilidad desaparecieran de él, de nosotros, para sustituirlos por la codicia, la competencia, la lucha solitaria, el color gris, las deudas, McDonald’s y GlaxoSmightKline.
- La era del consumismo ofrece muchas comodidades pero pocas libertades.
- La salud y la seguridad se utilizan como excusa para ampliar el poder de los gobiernos.
- En la anarquía los contratos se hacen entre individuos, no entre ciudad y Estado.
- En la Edad Media, a pesar de que existían jeraquías, solíamos organizar las cosas nosotros mismos.
- El objetivo es dejar de esperar que los demás nos resuelvan la vida, y en lugar de ello, confiar en que nosotros mismos podemos hacerlo.
- El sueño de una utopía tecnológica del futuro en el que las máquinas hacen todo el trabajo es un sinsentido.
- Te guste o no, eres libre. La cuestión es si decides ejercer esa libertad: existe en el corazón del hombre un vacío existencial.
- Las personas ansiosas se convierten en buenos consumidores y buenos trabajadores. Los gobiernos y las grandes empresas desean, por tanto, el terrorismo, lo adoran, es bueno para los negocios.
- Cada boletín de radio o cada telediario, cada periódico y muchas de nuestras conversaciones frecuentes conllevan el mismo mensaje: ansiedad, ansiedad y ansiedad.
- A los gobiernos les encanta la delincuencia puesto que les proporciona una razón para existir y una excusa para controlarnos.
- El capitalismo decepciona de forma constante y perpetua. Aquello que promete darte la libertad se convierte en lo que te oprime.
- Una dieta de buena lectura sin periódicos ni revistas cutres hará que la ansiedad disminuya.
- El ir en bicicleta proporciona un sentido de la libertad y del autodominio muy estimulante.
- El concepto de aburrimiento llega con la división del trabajo y la transformación de la placentera y autónoma jornada laboral en tediosa esclavitud.
- La vida se ha sacrificado en pos del beneficio y su resultado es el tedio a gran escala.
- El arte y la diversión en épocas anteriores eran un asunto de las clases inferiores.
- Nos aburrimos con el fin de ganar el dinero que después gastaremos en tratar de desaburrirnos.
- La libertad de arrojarnos desde un puente atados a una cuerda elástica se considera como uno de los grandes triunfos del capitalismo moderno.
- Coge una guitarra e intenta componer una canción.
- La forma más fácil de evitar el aburrimiento es hacer cosas.
- En la Edad Media las multas las imponía el pueblo, la agrupación local por transgedir las normas.
- Somos completamente incapaces de imponer multas a las empresas que nos prestan servicios si de algún modo la pifian.
- La contabilidad debería formar parte de la educación de todo buscador de libertad autosuficiente.
- El periódico The Sun publicó recientemente que cada año se sacan 500 millones de libras por las domiciliaciones que se han olvidado cancelar.
- Las domiciliaciones apelan a la trágica realidad de que preferimos la comodidad a la responsabilidad.
- El hecho de reducir tu dependencia de servicios externos te proporciona tiempo y dinero.
- La creencia en la abstracta invención de la “trayectoria profesional” es una enfermedad típica de la clase media.
- El principio de competitividad aplicado al trabajo quiere decir que consigues el éxito a costa del fracaso del otro.
- Raoul Vaneigem: “La zanahoria de un futuro más feliz ha sustituido poco a poco a la zanahoria de la salvación en el siguiente mundo. En ambos casos el presente está siempre bajo el tacón de la opresión”.
- En nuestro impulso por competir tendemos a tratar de llegar a ser muy buenos en una pequeña cosa y excluimos todas las demás.
- Nos invade la idea de que sólo merece la pena hacer algo si te da dinero o te proporciona un reconocimiento por parte de los demás.
- ¿Cómo encuentras tu vocación, tu don? La respuesta está sencillamente en no hacer nada durante todo el tiempo que puedas.
- Los libres de espíritu han dejado de esforzarse y, en lugar de eso, dejan que las cosas ocurran.
- Los medievales tenían el valor de la cooperación.
- Ahora tenemos la oportunidad de tomar todas las buenas ideas de la vida medieval sin las jerarquías ni el dominio del clero.
- No tienes que irte de la ciudad para huir de la vida urbana. Alquila un huerto.
- Lo gracioso del sistema medieval es que había en realidad más igualdad, no menos, de la que existe hoy. Aparte del señor feudal todos los demás estaban en el mismo nivel.
- Hoy día nos hemos rendido a la tiranía de la ética del trabajo.
- Aunque soy enemigo de la opresión y la explotación no estoy en absoluto a favor de la disolución de las barreras de clase. Si esto ocurriera nos quedaríamos con una horrible meritocracia protestante como la que hay en Estados Unidos, donde no hay excusas para no ser un amo del universo.
- Si no te gusta la clase a la que perteneces, la cambias. Un famoso campesino se convirtió en Papa. Y el ser de una clase distinta de otros no es lo mismo que el ser inferior a los demás.
- En realidad es tremendamente fácil escapar de la clase de la que procedes sólo con rechazar lo que el mundo convencional y preprogramado ofrece, y salir a construir tu propio mundo.
- El problema no está en que las personas sean diferentes, sino en que no respetan las diferencias.
- La diferencia de clases da color a nuestras vidas.
- Mi utopía incluiría probablemente tres niveles de sociedad bastante parecidos a los de la época medieval, con caballeros, clérigos y campesinos.
- Federalismo y respeto. Mi forma de hacer las cosas no es mejor que la tuya. Nada es mejor que lo de los demás.
- La misma lucha de clases alimenta a la clase media porque cuando luchas contra algo simplemente lo haces más fuerte.
- Cuando hablamos de anarquía no nos referimos a una disolución del orden, nos referimos a una descentralización del poder; el poder del pueblo.
- Construye tu propia vida. Deshazte del resentimiento. Rechaza la idea de tanto “tener que”. No tienes que hacer nada. Tienes libre albedrío. Ponlo en práctica. Sé un bohemio.
- Los relojes son esposas de oro.
- A veces pienso si no estaría bien vivir segun el horario africano, en el que las citas no se conciertan sino que simplemente ocurren.
- Nosotros mismos nos convertimos en esclavos del tiempo.
- Cuando decimos que no tenemos tiempo de hacer algo lo que de verdad queremos decir es: “Le he dado prioridad a otra cosa”.
- Si los esclavos compiten entre sí, no es necesario que sus amos sigan obligándolos al trabajo físico.
- Cómo amar, cómo vivir con alegría, cómo saborear la existencia. Éstos deberían ser nuestros objetivos.
- La idea del hospital fue inventada por los monjes y monjas que dejaban las puertas de sus monasterios permanentemente abiertas y cuidaban de cualquier vagabundo o ciudadano que estuviera pasando por una mala racha.
- La revista Permaculture cuenta historias sobre comunidades que hay por todo el mundo, autosuficientes, que practican la artesanía y la vida comunal.
- La competencia es el credo del esclavo.
- La banca fue inventada por la gran familia Medici de florencia en el siglo XIII. Combinaron de algún modo la usura con el hecho de ser santos, probablemente porque eran los banqueros del Papa.
- A los bancos les encanta que estés en deuda. Lo adoran; sacan de ello muchísimo dinero. Por eso es por lo que siempre se nos anima a ser imprudentes a la hora de gastar.
- Las deudas son las que hacen que el mundo gire.
- Los hombres de la Edad Media tenían razón: la usura es mala.
- Es el crédito y no el dinero en efectivo el que produce riqueza: aparentemente la gente rica está menudo más espectacularmente endeudada que el resto de nosotros.
- Deberíamos centrarnos en producir algunas de las cosas que consumimos.
- Yo no defiendo el verdadero pauperismo ni, en otras palabras, el estar sin techo y hambriento. Pero la pobreza ligera, cuando se tiene lo suficiente para cubrir las necesidades básicas, estableciendo un límite a las carencias y deseos, es una condición loable.
- Somos prisioneros de nuestros deseos, estamos constreñidos por las compras.
- Ir de compras es una lata. Prefiero beber.
- Estar libre de deseo no significa renunciar a todos los placeres y convertirse en una especie de triste ermitaño. La clave no está en renunciar a todos los placeres, sino en ser su amo.
- En nuestro extraño mundo, en lo que al placer se refiere, parece que oscilamos entre el atracón y la abstención.
- Deseamos cosas, estamos sujetas a ellas, creemos que las cosas nos harán mejores.
- Un truco sencillo para los que buscan la libertad es dejar de comprar revistas de moda que nos hacen sentir mal y gastar dinero.
- Desterrar el televisión fue una buena decisión. Nos vende productos que no necesitamos y nos hace creer en el dinero como en una especie de religión.
- Bertrand Russell: “Es mucho mejor hacer algo mal por ti mismo que ver que otro lo está haciendo bien”.
- La libertad es el poder vivir de acuerdo con tus propias leyes.
- Los que son de verdad libres no se unen a la búsqueda de las riquezas ni de los honores porque saben que en ese camino se encuentra la esclavitud.
- Somos una sociedad concentrada en el objetivo.
- Ver la tele nos convierte en zombies.
- Los coches a motor son una de las mayores causas de mortalidad que existen en la vida moderna. A nivel global los accidentes de tráfico son la novena causa de muerte, en comparación con la guerra que ocupa el lugar 21 y la violencia, que ocupa el 17.
- El miedo es bastante útil para el buen funcionamiento de una sociedad ordenada. Si estás asustado es poco probable que te rebeles y mucho más sencillo que trabajes duro y gastes mucho.
- La gente prefiere ver un culebrón más que protagonizar uno.
- Una fuente de miedo es, sin duda, el sistema educativo.
- Quizá el mayor obstáculo para la libertad sea nuestro propio miedo a la libertad.
- Nos quejamos de los payasos que están en el poder y después elegimos a un nuevo grupo de payasos. La esperanza triunfa sobre la experiencia.
- Hoy tenemos miedo del terrorismo cuando el verdadero enemigo es nuestro propio gobierno.
- Las cadenas están forjadas en nuestra mente.
- La culpa es una emoción que te inutiliza en lugar de facilitarte la acción.
- Los niños pequeños no sienten la carga de la culpa. Es algo que aprendemos a sentir.
- En la época medieval las multas sustituyeron a la culpa. En lugar de sufrir por tus pecados simplemente tenías que pagar una multa al fondo comunal.
- Al menos los católicos, por toda su corrupción y moral relajada, fueron más suaves consigo mismos. El puritano se establece niveles de comportamiento imposibles de alcanzar y después se castiga cuando no lo consigue.
- Cuanto más alto es tu nivel de moralidad mayor será la culpa. Deshazte de todas tus normas de moralidad y serás completamente libre.
- Las máquinas contribuyen a la soledad y al aislamiento, dos de los problemas fundamentales de la vida moderna.
- Es divertido convertir tu vida en una serie de experimentos. Si no salen bien, no pasa nada; prueba otro.
- No hay nada moralmente bueno en la limpieza, del mismo modo que no hay nada malo en lo contrario.
- La insistencia en que todo sea impecablemente blanco causa un montón de trabajo extra innecesario.
- Si quieres una casa más limpia, simplemente apaga las luces y enciende una vela. La luz eléctrica es el enemigo.
- La vida es más fácil cuando se comparte con los demás.
- El futuro es parte de la clásica idea protestante del aplazamiento de los placeres.
- Nadie sugiere nunca que la culpa de tu depresión puede que no esté en ti sino en las cosas que se espera que hagas en nuestra sociedad tan tremendamente competitiva, meritocráctica, basada en el dinero y pecaminosa.
- No cambies para poder integrarte en un mundo inútil; en lugar de eso cambia el mundo.
- Un truco muy simple para aquellos que busquen un antídoto contra la melancolía es dedicarse a hacer algún trabajo físico.
- Quejarse significa evitar la responsabilidad. La solución está en guardarte algunas de tus quejas para ti mismo y sencillamente sustituir las cosas que odias por cosas que te gustan.
- No es tanto la propiedad lo que queremos como un lugar donde poder vivir sin el miedo a que nos echen en cualquier momento.
- Antes de 1600 el campesino medio vivía muy bien. Era más libre de lo que normalmente se piensa. Vivía exactamente la misma vida que los corredores de bolsa de la actualidad desean: una casa grande en el campo con caballos, animales y tierras. Simplemente tenía que trabajar un día o dos a la semana en la finca de su señor.
- La ocupación ilegal tiene mucho sentido para el que busca la libertad. Los okupas no hacen más que ocupar edificios vacíos y vivir en ellos.
- Se dedica mucho tiempo y dinero a las hipotecas y la “casa soñada” no va a ser nunca nada más que algo que te va a distraer del asunto más importante, que eres tú y cómo te sientes.
- Creo que las familias, por lo general, son sencillamente demasiado pequeñas. Los hogares antiguos eran unidades creativas, activas y productivas.
- A medida que las empresas han ido creciendo en tamaño las familias han ido reduciendo. Las empresas gigantes han adoptado el papel de creadoras de comunidades.
- El mundo es duro si decides que así sea. Si ves la vida como una carrera o una competición, eso es lo que será.
- Programamos demasiado a nuestros hijos y lo que hacemos es crear una nación de inútiles dependientes incapaces de hacer nada por sí mismos. Estamos construyendo una generación de niños que no saben cómo jugar.
- El miedo al dolor puede ser un impedimento para vivir bien. De hecho el miedo al dolor puede considerarse como miedo a la vida, puesto que ésta es dolor.
- El dolor no va a dejarnos nunca. Vive con ello. En lugar de destinar nuestra energía a la destrucción del dolor tenemos que dedicarla a crear placer.
- La creencia en las pensiones provoca una especie de esclavismo. Si no crees en las pensiones creerás en ti mismo y en cuidar de ti. Yo prefiero tener mi dinero ahora y mañana ya veremos. ¿Cómo sabes lo que va a ocurrir mañana o incluso en el próximo minuto?
- Es gracioso que las personas que animan a otras a que se preocupen por su futuro son las que quieren tu dinero ahora, maximizan sus beneficios en el presente.
- Olvidamos el poder de la familia, de los amigos y de la comunidad para ayudarnos en los malos tiempos.
- Si te preocupa saber cómo vas a sobrevivir en el futuro, ¿por qué no piensas en vender tu casa cuando te jubiles?
- No brillar demasiado es de buena educación y lo es no tener demasiado éxito, no trabajar demasiado y dejar a los demás en paz.
- El problema de hoy en día con los que tienen comportamiento rebelde es que, desde la época victoriana, los buenos modales se han relacionado con el servilismo.
- Una pequeña reflexión revelará que comportarse con educación es un acto rebelde y anárquico.
- Unos modales desintegrados son síntoma de una sociedad desintegrada.
- La competencia se devorará a sí misma.
- El resentimiento conduce directamente al engreimiento. Si no eres de carácter resentido es poco probable que envidies las riquezas de los demás.
- La verdad es que careces de toda importancia y nada importa.
- Darse cuenta de que nada tiene sentido es tremendamente liberador porque es entonces cuando nos deja completa libertad para construirnos nuestras propias vidas y no hacer caso a los planes que los otros tienen para nosotros.
- Los supermercados combinan muchas maldades y las convierten en una gran maldad. Una vez que han destruido las comunidades ahora se anuncian como constructores de comunidades.
- Si quieres vivir libre de supermercados trata de hacer lo siguiente:
- Haz tu propio pan.
- Cultiva tus propias verduras.
- Compra al por mayor.
- Compra en las tiendas de tu barrio.
- En la cerámica china existe la tradición de hacer de forma deliberada pequeñas imperfecciones en el objeto para garantizar que cada pieza es diferente y única. El perfeccionismo en sí mismo es una especie de muerte.
- Las máquinas provocan fealdad; las manos del hombre crean belleza.
- Hoy día todo parece estar hecho de plástico.
- No tiene mucho sentido proponer la riqueza como la solución para los problemas de alguien porque en la misma esencia del enriquecimiento está el hecho de que solamente unos pocos puedan alcanzarla.
- Querer ser rico es el primer deseo que debe desaparecer en la búsqueda de la libertad.
- Nadie quiere ser pobre. Se considera un síntoma de fracaso.
- Cuando recuerdo las épocas de mi vida en las que he tenido dinero, la forma en que lo gasté me revuelve el estómago.
- Si tu dinero es efecto secundario de hacer lo que te gusta, quizá sería estúpido devolverlo por muy convencido que se pueda estar de las sagradas ventajas de la pobreza. Pero buscarlo porque sí parece que puede ser peligroso si lo que en realidad buscas es la libertad.
- No necesitar dinero mediante la reducción de nuestras necesidades puede tener el mismo efecto liberador que no necesitar dinero aunque ganemos mucho.
- Tenemos que cambiar el papel de la pobreza voluntaria para convertirla en un fin deseable.
- El antídoto contra el despilfarro es el ahorro. Ser ahorrador no es lo mismo que ser avaro.
- También deberíamos ser ahorrativos con nuestro tiempo y eso significa no hacer las cosas lo más rápido posible ni desperdiciar nuestras horas dándoselas a un empresario.
- La mayor parte del trabajo es un desperdicio y, por tanto, el perezoso es inmesamente eficiente.
- ¿Quién hará el trabajo sucio? Pues la respuesta es sencillamente que serás tú quien lo haga. Cada uno haremos nuestro trabajo sucio. Y si ese trabajo es el tuyo propio, no parecerá tan sucio.
- El trabajo y la vida no tienen por qué estar necesariamente enfrentados.
- Hemos perdido el juego, el alma, la creatividad.
- Ningún señor feudal del pasado tuvo nunca el poder ni la riqueza de Terry Leahy, el conde de Tesco’s.
- Puedes ser un esclavo asalariado sin ser escalvo del sueldo. Puedes convertir tu trabajo en algo que se adapte a ti.
- La jornada laboral estándar debería ser de siete horas y debería dividirse en dos turnos de tres horas o tres y media. De este modo cada semana tendría diez turnos. Y en diferentes épocas de tu vida podrías trabajar más o menos, de formas que en ocasiones podrías hacer diez turnos completos y en otras podrías reducirlos a solamente cinco.
- Es mejor ser aprendiz de todos los oficios que maestro de ninguno. Deja a un lado el perfeccionismo.
- La libertad puede comenzar hoy, ahora mismo. Puedes cambiar tu vida en un segundo. La libertad es una actitud mental.
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