domingo, 15 de enero de 2017

La abstinencia sexual involuntaria puede generar depresión


Una enfermedad, la viudez, el divorcio, entre otras circunstancias, obligan a determinadas personas a vivir un celibato involuntario. Redacción Séptimo Día Por diferentes motivos —viudez, divorcio o enfermedad— las personas se ven obligadas a llevar un celibato involuntario; un ayuno sexual que puede prolongarse por meses y años. Como lo indica un estudio desarrollado por el Instituto de Urología y Sexología de Chile, la abstinencia sostenida puede evidenciar debilidades ya presentes en la personalidad de cada individuo: si tiende a despreciarse, deprimirse, emocionarse negativamente o aislarse de sí mismo, el ayuno sexual amplifica estos riesgos. 

Lo más complejo de la abstinencia es perder la cercanía física y la intimidad con la pareja. Por eso, para el médico ecuatoriano Eduardo Tigua, cuando la abstinencia no se produce por voluntad propia, las personas encuentran placer en otras actividades: práctica deportiva, estudios, turismo, reuniones sociales, entre otras. “La abstinencia no tiene por qué afectar ni en lo psicológico ni en lo físico. Aun así, cuando es forzada, porque el individuo enviudó o se divorció, puede acarrear problemas, pero no hay que olvidar que la masturbación es un sucedáneo con el que el individuo, sea hombre o mujer, alcanza placer”. Según el especialista, cuando hombres o mujeres se deprimen, el deseo sexual disminuye de manera significativa, pero no es mandatorio que las personas que enviuden dejen de tener relaciones íntimas, porque en algún momento pueden encontrar una pareja.   
¿Vivir sin sexo es posible? 
Tigua, psicólogo y psiquiatra, considera que el sexo no es necesario para sobrevivir, pero afirma que para la mayoría de las personas resulta imprescindible, porque lo asumen como un complemento a su felicidad. Si bien la viudez o la falta de pareja obligan a las personas a  interrumpir su vida sexual, también hay casos en los cuales las personas se abstienen de practicarlo, porque no les gusta su cuerpo y temen mostrarlo. Sandra M., quien pidió la reserva de su apellido, cuenta que hasta ahora ha tenido experiencias negativas durante sus relaciones sexuales y lo atribuye a su sobrepeso. “En una ocasión, la persona con la que estuve me dijo que si quería volver a estar con él tenía que preocuparme más por mi figura”. Hay especialistas —como la española 

Rosa Sanz— que aseguran que la autoestima y el estado anímico también se ven afectados cuando la persona no alcanza el bienestar sexual. Si bien el celibato involuntario no afecta a todas las personas de la misma forma, es probable que tenga un efecto visible en el día a día, porque —según Sanz— el sexo ayuda a las personas a desahogarse. Hay investigaciones que sostienen que quienes no lo practican durante tiempos prolongados sufren más problemas para enfrentarse a situaciones estresantes. “La falta de sexo genera sensación de culpa y disminuye los niveles de oxitocina y otras hormonas relacionadas con los sentimientos de unión y felicidad con los demás”, advierte una investigación desarrollada por el Centro de Salud Sexual de la Sociedad Española de Médicos. “Lo que está claro en la práctica clínica es que esa carencia repercute en la salud de quienes desean mantener relaciones sexuales, pero no pueden tenerlas”, detalla el estudio. 


La guayaquileña Beatriz Gómez Sarmiento, psicóloga especializada en temas de sexualidad, dice que cuando las personas no tienen pareja por un largo período y no la encuentran, se ven obligadas a llevar un ayuno sexual involuntario que puede desencadenar en frustración. “Incluso hay personas que se cuestionan sobre si la razón de no tener pareja es porque no son atractivas, entonces su autoestima disminuye”. Gómez destaca los beneficios de tener una relación sexual activa y satisfactoria: “Las relaciones íntimas disminuyen el estrés, relajan y, por supuesto, unen más a la pareja, porque mediante ellas los individuos expresan con su cuerpo lo que sienten por su pareja”. (I) Datos Según un estudio de  neuropsicología del Hospital Real de Edimburgo, tener relaciones sexuales tres veces por semana ayuda a rejuvenecer dándole a la persona la apariencia de tener entre 7 y 12 años menos. La abstinencia es definida por los sexólogos como la “no utilización de los genitales para la actividad sexual”. La abstinencia sostenida puede evidenciar debilidades ya presentes en la personalidad de cada individuo. (I)

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