Brigitte Labbé ha escrito libros como 'La guerra y la paz', 'La violencia y la no violencia', 'Los derechos y los deberes', 'La dictadura y la democracia'. Foto: Diana Rey/Semana
La filósofa francesa Brigitte Labbé ha escrito varios libros para niños que permiten reflexionar sobre temas profundos como la guerra, la paz, la violencia, la contaminación, la vida, la muerte y la injusticia. En el marco del Hay Festival Cartagena presentará sus dos nuevos títulos Con religión y sin religión y El valor del miedo, de la editorial Panamericana. El primero aborda la importancia de un Estado laico en el que se respeten todas las creencias. En el segundo, la autora presenta el miedo como como una emoción inherente al ser humano y reflexiona sobre algunas situaciones en las que la valentía se convierte en el eje del cambio. Semana.com habló con ella.
Semana.com: ¿Por qué para sus últimos libros dirigidos a los niños ha elegido temas que tan complejos como el miedo y la religión?
Brigitte Labbé B.L.: Se trata de temas que les interesen a los niños. Solo hace falta escucharlos para darse cuenta de que quieren saber de la religión, la vida, la justicia, la injusticia, la muerte. Son temas que están naturalmente en ellos.
Semana.com: En el libro que aborda la religión usted da a entender que es mejor vivir en un país laico y también que sería mejor que los padres no obliguen a los niños a adoptar la religión que practican…
B.L.: Está bien que haga su propia lectura… El punto principal al que quiero llegar es que en el Estado laico pueden convivir con todas las religiones e incluso con aquellos que no tienen ninguna creencia. El beneficio de un Estado laico es que una persona puede elegir una religión o elegir no tenerla y esa decisión debería ser respetada. Otro punto fundamental es que exista una división entre el Estado y la religión. Es necesario que esta no se imponga porque se convierte en una dictadura, porque van a querer que los demás piensen igual.
Semana.com: Pero los padres que practican una religión por supuesto van a enseñar a sus hijos sus valores y creencias…
B.L.: Para los niños es normal que los padres les trasmitan los valores y las creencias. Pero en medio de eso es fundamental que les enseñen también a dudar, a preguntar “¿por qué?” para para construir seres humanos libres. El problema no es que los padres trasmitan sus creencias, sino que se niegue la posibilidad de la duda. Siempre debe haber un espacio la duda porque en ese espacio entendemos que hay otros que piensan diferente, que tienen creencias diferentes. Si no hay duda, no hay lugar para el otro.
Semana.com: En Colombia la comunidad cristiana evangélica y católica tiene un gran impacto en las decisiones políticas. Por ejemplo, en el plebiscito por la paz, o en la decisión de usar cartillas que sean más incluyentes con la comunidad LGBTI, e incluso en la renuncia de la exministra de Educación Gina Parody. Según su libro esto sería grave para la democracia, ¿por qué?
B.L.: El hecho de que una religión se sobreponga a otras y tenga impacto en la política es algo muy grave. Se podrían vulnerar los derechos de las personas que no creen en una religión o que practican creencias distintas. La religión debería mantenerse en el ámbito íntimo y personal. En un Estado debe haber una diferencia entre el saber y el creer. Ahora, no conozco de la gestión de la exministra, ni la política colombiana, pero hay un problema cuando el poder público renuncia, porque muestra que los problemas son más grandes que las instituciones.
Es que si una religión se impone, entonces las instituciones tienen el deber de trabajar con los niños para que crezcan con la capacidad de conservar la libertad de pensar y de actuar, para que esas futuras generaciones puedan defender las democracias.
Si se habla de un ataque en contra de la inclusión, la historia está llena de hombres y mujeres de Estado que han defendido su posición frente a situaciones similares. Eran visionarios y librepensadores… pensemos en personas que lucharon para que se aboliera la esclavitud, en aquellos que hablaron del aborto, de dejar de lado la pena de muerte...
Semana.com: En su libro propone que la religión solo es una parte de la identidad, pero existen religiones que determinan casi por completo la identidad (gustos, pensamiento, la forma de relacionarse con el otro, la forma de vestirse, la música que escucha, los alimentos etc)…
B.L.: Cuando toda la identidad se construye por la religión, hay un problema; esto va en contra de la libertad. Si una persona obra y dirige toda su vida en torno a lo que establece la religión entonces ¿en dónde está la libertad de esa persona? Es importante que los niños se den cuenta de que podemos tener múltiples identidades y que no son duraderas y que la identidad se construye día a día. Por ejemplo, soy mujer, soy francesa, soy filósofa, soy adulta; todo eso construye mi identidad.
Semana.com: ¿Cómo no entrar en conflicto con esas religiones en las que se les pide a los creyentes que evangelicen, que hagan lo posible para que otros crean en lo mismo?
B.L.: La pregunta es ¿por qué?; hay que enseñarles a los niños a preguntar “¿por qué?”. Cuando se les dice “porque Dios lo manda y punto” es un problema. Los niños deben tener la libertad de preguntar, de dudar, de pensar, de cuestionarse. El evangelismo también es un tema que deben atender las instituciones de los estados laicos, es algo que se debe manejar en la escuela. La escuela debe mostrar que hay diversidad, debe fomentar valores como el respeto y la tolerancia, deben mostrarles a los niños que existen otras religiones, hablarles sobre la historia de estas religiones. También enseñar que existen otras formas de vida, que hay personas que no creen en una religión.
Cuando hago talleres con niños le pregunto cuántas religiones conocen y ellos dicen tres o cuatro. Cuando les cuento que hay cientos de religiones abren los ojos y quedan asombrados. Luego se dan cuenta de la amplitud de religiones y empiezan a pensar en quién tiene la razón. Se dan cuenta de que la religión no es un lugar de lo falso o lo verdadero, sino que es un lugar de creencias, y quien dice creencias, dice dudas.
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Semana.com: ¿Cuál es la relación entre religión, manipulación y miedo?
B.L.: El miedo no es una de las formas de manipular a la gente. El miedo es la forma de manipulación universal. No solo es usada en la religión, es usada por los dictadores, por jefes o padres abusivos. El miedo es el arma de los terroristas, por ejemplo. En cuanto a la religión, encontramos que en muchas ocasiones enseñan a tener miedo sobre lo que puede pasar en el futuro, como irse al infierno, o recibir castigos o maldiciones terribles. Y hay que decir sembrar miedo es una forma de manipular que existe y que tiene mucho efecto; la gente tiene miedo de lo que va a pasar, y se olvida de pensar en el hoy, en el aquí.
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Semana.com: ¿Y a qué le temen las personas que utilizan el miedo como herramienta de manipulación?
B.L.: Sócrates fue condenado a muerte. ¿Por qué? Porque la gente se siente amenazada cuando ve que otras personas son libres. A muchos líderes les da miedo que la gente tenga la libertad de pensar. Porque cuando pensamos somos libres, y la libertad genera cambios.
*Brigitte Labbé estará en el conversatorio ¿Cómo y por qué hacer que los niños aprendan a pensar? el 31 de enero, a las 6: 00 p. m. en la Universidad Santo Tomás (Bogotá). Cra 9ª #63-28. Entrada Libre. También participará en la charla ¿Cómo acompañar las preguntas de los niños? el miércoles, 1 de enero, a las 5:30 p. m., en la Biblioteca Pública Virgilio Barco. Av cra 60 #57-60 Sala de Música. Entrada Libre. Así mismo participará en dos conversatorios en el Hay Festival de Cartagena el 26 y 28 de enero.
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