ENTREVISTA A JON LOMBERG
Fue la mano derecha de Carl Sagan y el hombre que diseñó los mensajes a bordo de las sondas Pioneer y Voyager. Ahora Jon Lomberg se ha puesto otro reto: conseguir que la humanidad envíe un mensaje conjunto para que viaje a bordo de la nave New Horizons.
Jon Lomberg, durante la entrevista en el Caixaforum de Madrid - Foto A.M.R.
Si los alienígenas existen y nos contactan alguna vez, no cabe duda de que Jon Lomberg será su artista favorito. A sus 68 años este divulgador estadounidense sigue fascinando por la posibilidad de contactar algún día con otras civilizaciones y se propone retomar la idea mediante la iniciativaOne Earth Message, que pretende recolectar los mensajes de millones de humanos y enviar una selección al espacio. Hablamos con él en Madrid, después de su charla en el Planetario para difundir su mensaje.
¿Recuerda la primera vez que pensó en nuestro lugar en el universo?
Sí, tenía cinco años, estaba enfermo y mi madre me dio un libro sobre el espacio. Y en cuanto lo vi supe que aquello era lo más importante. La gente me pregunta por qué estoy interesado en estas cosas y mi pregunta es: ¿por qué no está todo el mundo interesado? Mi vida entera me la he pasado pensando sobre si hay extraterrestres y si los hay, si podría hablar con ellos. Yo-Yo Ma nació para tocar el chelo, Gary Kaspárov nació para jugar al ajedrez... Yo nací para hablar con los extraterrestres.
¿Y cuándo empezó a pintar estas cosas?
Soy artista, pero no dibujaba nada de pequeño y no estudié astronomía, sino literatura inglesa y lingüística. En los 60's, cuando estaba en el colegio, empecé a interesarme por los cómics. Cada vez ponía más astronomía, estaba muy influido por Carl Sagan y empecé a dibujar sus ideas. Un día le escribí una carta, vio algunas de mis pinturas, nos gustamos el uno al otro y trabajamos juntos durante 25 años.
"Queremos decirle al universo: estuvimos aquí y así es como éramos"
Su obra es la que ha viajado más lejos y durará más años, ¿qué se siente sabiendo que será más eterno que Miguel Ángel?
El tiempo de duración de los discos Voyager depende del polvo cósmico con el que se encuentre. Pero no hay mucho, así que se estima que hacen falta 100.000 millones de años para destruir la caja exterior. Cuando trabajaba en el proyecto de las Voyager no podía dejar de pensar en ello. Es increíble y me siento privilegiado por haber sido elegido.
Hábleme de One Earth Message. Se dio cuenta de que la New Horizons no llevaba ningún mensaje...
Cuando se mandó la nave en 2006 era la quinta en salir del Sistema Solar y pensé que pondrían un mensaje en algún disco 'superconductor nanorrobótico' al estilo de las Voyager, pero ¡no habían puesto nada! Me pareció que era una oportunidad perdida y se me ocurrió que podíamos enviar un mensaje y colocarlo en el ordenador de la nave. Llamé a Alan Stern y le dije: tengo una idea muy loca. Me llamó al cabo de unas semanas y me dijo que le gustaba la idea y la trasladaría a la NASA, pero había que enseñarles que la gente quería hacerlo. Así que lo que hice fue reunir un equipo de consejeros de todo el mundo y colocamos la petición en internet. Obtuvimos 10.000 firmas de 140 países, fue increíble, porque fue todo en las redes sociales, no hicimos anuncios. Se extendió de boca en boca. Fue muy bonito.
La idea es consensuar un mensaje y colocarlo en la New Horizons...
Sí, la idea es que la nave sobrevolará otro cuerpo en 2019, lo que se llama la misión extendida. Están intentando obtener fondos para seguir haciendo ciencia, y cuando eso esté hecho, será el momento.
La diferencia es que este mensaje es digital y los anteriores- de las Voyager o Pioneer -, eran mecánicos. ¿Qué es más útil?
No sabemos quién lo va a encontrar, pero lo que es seguro es que si quien lo encuentra está en el espacio debe tener alta tecnología. Puede ser que quienes lo encuentren no sean organismos biológicos sino robots, porque el espacio es un ambiente duro. Y en este caso una memoria digital será más fácil de interpretar que un disco físico con surcos que reproducen sonidos.
"No importa lo avanzados que estén, ellos no tendrán a Bach"
Lo que más me interesa es la intención de generar un mensaje que pueda ser entendido por cualquier civilización. ¿Qué probabilidad hay de que no entiendan nada de nuestros símbolos?
Bueno, eso no lo sabremos nunca, pero durante 50 años algunos de los científicos más brillantes han trabajado en este asunto. Si por ejemplo encuentras un mensaje que produce primero un bip, tres bips, cinco, siete, once, trece, diecisiete, sabes que no hay ningún proceso natural que produzca números primos. Esto es así independientemente de donde estés en el universo. O si encuentras otro número, como pi.... La física es igual en todo el universo. Lo que yo añadí a la discusión, como artista, es que muchas expresiones estéticas están basadas en la física, como la música. Si esos otros seres tienen música, y escuchan sonidos, les gustarán las series armónicas. Piensa en una fuga de Bach, todo lo que necesitas para entenderla está en la fuga, el patrón, y nos gusta y esa es una característica de los seres inteligentes. No importa lo avanzados que estén, ellos no tendrán a Bach. Por eso es algo valioso, algo como un regalo. Cuando empecé a trabajar con Sagan cinco años antes del disco de las Voyager era un tema del discutíamos todo el tiempo. Cuando tuvo la oportunidad de hacerlo quiso poner no solo ciencia, sino también arte, y creo que por esa razón me llamó.
En los 90 participó en el encargo de diseñar un mensaje que durara 10.000 años para alertar de la presencia de un depósito nuclear... ¿Cómo fue aquello?
A veces la ciencia parece muy abstracta y que no tiene nada que ver con la realidad. Esto de comunicarse con los extraterrestres, por ejemplo, no parece tener valor práctico. Pero en Nuevo México iban a construir un depósito nuclear y por ley estaban obligados a poner algún tipo de señal que durara muchos miles de años y nadie sabía cómo hacer esto. Se preguntaron, ¿quién puede hacerlo? Llamaron a geólogos, arqueólogos, psicólogos cognitivos... Y también pensaron que la gente que estaba intentando comunicarse con los extraterrestres quizá tuviera algo que aportar. Así que a Frank Drake, que entonces era mi jefe en la misión Voyager, y otros dos científicos les pidieron que se incorporaron al equipo.
Esta vez la idea ya no era comunicar algo bello...
Cierto. El disco de la Voyager era un mensaje muy positivo, aquí está lo que nos gusta, la música que escuchamos... Pero esto no era un mensaje sobre nosotros, era una advertencia para el futuro. Esto era algo de lo que la vida de nuestros tataranietos podía depender. Así que creo que teníamos algo que ofrecer, especialmente Frank Drake, que era muy brillante. Por ejemplo, una de las cuestiones era cómo explicas cómo de viejo es este depósito y cómo podrían saber cuándo lo hicimos. Drake propuso usar las estrellas, porque a medida que la Tierra gira va haciendo un movimiento de precisión que dura 16.000 años, es un calendario. Una coincidencia divertida es que en aquella época había mucha gente que creía en los ovnis y que en un lugar llamado Roswell se había estrellado un platillo volante. Y aquí estábamos Frank Drake, yo y otros científicos del SETI, llegando a un lugar a 20 millas de Roswell, metiéndonos bajo la roca a 700 metros... ¿residuos nucleares? No, no, no, nosotros estábamos allí ¡para hablar con los extraterrestres! (risas). Eso era lo que pensaban ellos. Y que les estábamos mintiendo sobre los residuos nucleares.
¿Por qué nos apasiona comunicarnos con otros o con nosotros mismos en el futuro?
“Estábamos muy cerca de Roswell, creyeron que hablábamos con los extraterrestres”
En el caso de los residuos nucleares creo que es una cuestión de responsabilidad ética, porque nosotros creamos ese problema. Algunos expertos proponían no señalarlo en absoluto, pero imagina que en el futuro se produce un vertido, llega al agua y al cabo de 8000 años o así la gente empieza a morir. Tenemos que decirle a la gente: el problema está aquí. Es nuestra responsabilidad. En el caso del Voyager o el One Earth Message es un deseo muy natural querer dejar un mensaje que perdure en el futuro. Cuando pones tu nombre en un árbol, cuando escribes una carta a tus hijos para que lo abran cuando tengan 21 años, es algo muy humano tener ese deseo. Y dejar algo de lo mejor que hacemos, de la música, la filosofía, es una manera de decirle al universo, estuvimos aquí y así es como éramos.
A lo mejor merece la pena solo para sentirnos como miembros de una misma especie.
Bueno, cuando Carl Sagan me pidió que trabajara con él el disco del Voyager me advirtió de que había un par de reglas y una de ellas era: esto no es un mensaje de la NASA, esto no es un mensaje de Estados Unidos, esto es un mensaje del mundo entero. Así que hicimos todo lo posible para obtener fotos, sonidos y dar una perspectiva global. Mucha gente se pregunta a veces por qué nos gastamos dinero mandando cosas a Marte cuando la gente tiene problemas, y lo que yo digo es: cuando vemos el telediario vemos un montón que te hacen sentir fatal y avergonzado de ser humano por lo que unos nos hacemos a los otros... Pero entonces escuchas sobre misiones como la que nos muestra el aspecto de Plutón y eso nos hace sentir bien. Creo que solo por eso merece la pena. Lo que pretendemos con el One Earth Message es que en lugar de decidir unas cuantas personas, como pasó con el disco Voyager, todo el mundo tenga la oportunidad de mandar una foto de una familia, de un bebé, una ciudad, y el resto de la gente decida cuál es la que merece la pena mandar. Todo lo que haga que la gente trabaje junta y se sienta parte una misma especie en un "punto azul pálido", como dijo Carl, el mundo lo necesita.
La famosa placa enviada a bordo de la sonda Pioneer
Con el disco Voyager hubo críticas porque no hubo ninguna mención a la religión. ¿Qué piensa ahora? ¿Harían lo mismo?
“¿Cómo explicas la injusticia en una imagen para un extraterrestre?”
Otra de las reglas que impuso Sagan era que no incluyéramos la religión. No porque no fuera importante, pero ¿cuál incluyes? Hay miles de religiones. Así que cualquiera que mandaras alguien podía decir que por qué non habías mandado la suya. Por lo tanto, si no las puedes mandar todas, no las mandes. Hizo esa misma decisión sobre los aspectos negativos de la humanidad: no hay guerra, no hay injusticia, no hay contaminación. Además es difícil comunicar esto, ¿cómo explicas la injusticia en una imagen para un extraterrestre? Así que él pensó: esto seguirá ahí mucho tiempo después de que hayamos desaparecido, así que seamos recordados por las cosas buenas. En ese aspecto el disco era nuestro obituario. Pero esas decisiones sobre la religión y los aspectos negativos han sido las más criticadas, así que cuando reuní a mis asesores les pregunté si debíamos hacer lo mismo y prácticamente todos me contestaron que no. El mundo tiene ahora mismo tantos problemas que no podemos ignorarlos. Y tenemos que encontrar la manera de incorporar la religión. Una forma es que en una foto salga una catedral, por ejemplo, o incorporar una boda. Creo que deberíamos incluir la religión como contexto cultural.
Supongo que no hay nada más humano que nuestros prejuicios. Con las dos figuras desnudas del mensaje Pioneer, también les acusaron de mandar pornografía al espacio.
Había una viñeta en el periódico que mostraba la placa de la sonda Pioneer sostenida por dos extraterrestres que eran como nosotros y estaban vestidos, y uno de ellos decía: "Mira, "la gente de la Tierra es como nosotros, ¡pero no llevan ropa!" (risas). En el disco de Voyager hubo una foto que la NASA no nos dejó mandar, y era la foto de una mujer embarazada de cinco meses sin ropa e insistimos mucho en que no era pornográfica, que le daba dignidad... y aun así la NASA dijo "no, no vais a mandar esa foto". Cuando les pregunté a los consejeros por el motivo, muchos dijeron que no era porque los extraterrestres se escandalizaran, sino porque mucha gente no querrá que sus hijos lo vean, o enseñarlo en las escuelas. En muchos lugares, como Escandinavia, no habrá problema, pero en otros se puede considerar inapropiado. Por esto que One Earth Message sea un proyecto colectivo está bien, porque veremos lo que es aceptable para la mayoría. No sé dónde estará esa línea roja, porque es la comunidad global la que la establecerá, no yo ni nadie más. Aunque aun así la NASA tendrá que aprobarla al final.
Es muy difícil entender nuestro lugar en el universo, usted lo explica con su propio jardín.
La mayoría de la gente no entiende lo que es una galaxia, es tan grande que tiene problemas entendiéndolo. También hay personas a las que la astronomía les asusta, porque se sienten insignificantes. Así que me pregunté cómo hacer un modelo en el que la gente se pudiera meter dentro. Tiene que ser grande y si es grande debe ser en el exterior, así que dije 'vamos a hacer un jardín'. ¿Por qué? Porque las estrellas nacen, viven y mueren, un ciclo parecido al de un jardín en que las plantas crecen, nacen flores, crean semillas... Lo que hice fue diseñar un modelo de la galaxia de 30 metros de diámetro, hecho de plantas y flores. La escala es 1 metro es 3.300 años luz (1 kilopársec), 1 cm son 33 años luz. La planta principal tiene hojas verdes con pequeños puntos amarillos, que imaginas que son las estrellas. Cuando ves la parte de la galaxia en la que vivimos ves una bolita dorada en una hoja que representa el Sistema Solar, las manchas que hay alrededor son las estrellas que vemos en el cielo. Y todas las estrellas que vemos, cuando miras al cielo, son las hojas que están al lado de nosotros. Así que cuando miras al cielo y crees que estás viendo el infinito solo estás viendo las hojas más cercanas. Cuando la gente levanta la vista y ve el resto del jardín, tienen un momento ajá, porque ven la escala de la galaxia, sin necesidad de matemáticas. Y otra de las cosas que pregunto a los visitantes es: ¿quién de vosotros cree que esta hoja es la única en la que hay una civilización? Y nadie cree eso. Entonces les digo. De acuerdo, he puesto otro pequeño grano de oro en algún lugar del jardín, ¡encontradlo!
¿Qué le diría usted a los extraterrestres?
Creo que algo así como "pensamos sobre vosotros y queremos hablar con vosotros".
“A veces me digo: ‘Carl, ¿dónde estás? De verdad te necesitamos’"
¿Y si son criaturas malvadas que nos quieren destruir?
Eres un buen argumento, porque nadie sabe. Quién puede decir que no sea cierto. Nuestros mensajes de radio viajan a la velocidad de la luz, en unas cuantas décadas podría llegar a un lugar donde hubiera cosas terribles. Lo que me gusta sobre el One Earth Message es que el mensaje solo viaja a la velocidad de la nave, pasarán cientos de miles de años hasta que llegue a la estrella más cercana y si alguien lo ve, sabrá ya que existimos. Es seguro porque cumple los deseos de comunicarnos pero de una manera en la que no corremos riesgo.
Veinte años sin Sagan, necesitamos más como él, pero ¿existen?
Hay un montón de buenos comunicadores científicos, pero solo hay un Carl Sagan. Igual que solo hubo un Mozart. Él tenía una habilidad única para conectar con la gente y hacerles entender cosas complicadas sobre ciencia, también comprendió que la ciencia era importante estudiar las cosas que están ahí fuera, sino también las que están aquí abajo. Como cuando su trabajo con el efecto invernadero en Venus fue el inicio para comprender el cambio climático. Era un gran científico, un gran profesor, un gran comunicador y para mí era un gran amigo. Muchas veces, cuando me hablan de él, sigo diciendo: "Carl, ¿dónde estás? De verdad te necesitamos".
* Si quieres mandar tu mensaje al espacio puedes hacerlo a través de la web del proyecto One Earth Message. Aquí os dejamos un mensaje de Jon Lomberg a los madrileños:
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