Septiembre 13, 2012
En medio del multitudinario acto en conmemoración del centenario del martirologio del general Eloy Alfaro Delgado, el pasado día 28 en Ciudad Alfaro (Manabí), el mandatario ecuatoriano Rafael Correa cuestionó a los culpables históricos de la muerte del llamado “Viejo Luchador”, e hizo un llamamiento para que éstos sean juzgados y así saldar “esta deuda histórica que le debemos al más insigne ecuatoriano de todos los tiempos”, dijo Correa. Entre los principales culpables del asesinato, que señaló el presidente, está la oligarquía conservadora, “aupada por la jerarquía de la Iglesia católica, que calificó a Alfaro de hereje y a su obra, el ferrocarril trasandino, como una obra del demonio”
Al respecto, el presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, monseñor Antonio Arregui, pese a no ser ecuatoriano de nacimiento, dijo ser un gran conocedor de la historia política de nuestro país gracias a los escritos y reflexiones de religiosos como Federico González Suárez, Bernardino Echeverría y Juan Larrea Holguín. Por ello, aseguró: “Alfaro fue un líder importante, sin embargo tuvimos otro igual de grande que él, García Moreno, y éste llevó al país a un grado de desarrollo importante para su época, sin llegar al extremismo de separar a la Iglesia del Estado”.
El religioso calificó de “tamaña exageración” la exhortación de Correa a la iglesia católica ecuatoriana para que se realice “un mea culpa histórico por su complicidad y encubrimiento en el asesinato del líder de la Revolución Liberal y de sus más cercanos colaboradores, así como Juan Pablo II hizo lo suyo por la injusticia que cometió la iglesia en contra del gran Galileo Galilei”. Monseñor Arregui dijo con no poca sorna que Correa, “por la forma en que ha gobernado al país desde el 2007, debería preocuparse por cómo la historia lo juzgará a él, y no en ponerse él a juzgar la historia”.
Eloy Alfaro instauró las bases del estado laico, promoviendo entre otras cosas, el divorcio, la educación gratuita, el matrimonio civil. La obra del ferrocarril unió por primera vez en la historia a la costa y la sierra del Ecuador. El 28 de enero de 1912, estando prisionero en el Penal García Moreno de Quito, es asesinado y posteriormente arrastrado por el actual parque de El Ejido. Junto con él, murieron Flavio Alfaro, Pedro Montero, Medardo Alfaro, etc.
Por: Miguel Antonio Chavez
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