miércoles, 20 de julio de 2011

El Tantra



Tantra no es una filosofía, ni una doctrina, ni un manual para ser un buen amante, no es intelectual, ni le importa el por qué de las cosas, ni como definir la verdad. Tantra es una revolución interna, es despojarse de todas las creencias, moralidades, conceptos de la mente, para crear el espacio interno que uno precisa para concebir la verdad infinita y atemporal.

Desde luego el Tantra desafía los tabúes y credos impuestos por cualquier religión. Y los grandes místicos de la tradición tántrica fueron constantemente perseguidos y condenados. Aunque el Tantra es una rebelión contra preceptos morales y represivos, no enseña ni el libertinaje ni la pornografía, sino la inteligente observación del ser humano con todas sus contradicciones y la aceptación de que el cuerpo es tan divino como el alma, porque todo proviene de la misma fuente.

Así pues para encontrar a Dios no hay que prescindir del sexo, ni de la celebración, ni hay que renunciar a la vida. Ese fue por aquel entonces mi gran descubrimiento, sentada a los pies de Osho, que con tanta paciencia, coraje, ternura y silencio, a través de sus charlas sobre Tantra, revelaba los secretos que todos tenemos dentro esperando a ser desenterrados.

Dios es, la dicha es, el éxtasis es y está en Todo. Sólo se precisan dos ingredientes para CONOCER EL EXTASIS y para entender lo que es Tantra. Y son: PRESENCIA y AMOR.

No son ingredientes que abunden mucho en nuestra forma de haber aprendido a ser humanos. La mayoría de nosotros hemos aprendido a vivir en la mente, a identificarnos con lo que pensamos, es decir la mente se ha convertido en la jefa en vez de ser una sierva. Debido a ello nunca estamos viviendo con absoluta intensidad este momento presente en el que tu consciencia mora en el cuerpo que está viviendo la experiencia de estar aquí. Y por eso tampoco el corazón se puede abrir, puesto que el corazón sólo puede abrirse cuando la consciencia está presente para darse cuenta del milagro que es estar vivo.

Hagas lo que hagas, mora en tu cuerpo, como templo de la vida que pulsa en ti. Respétalo y ámalo desde adentro, olvidándote de todos los condicionamientos impuestos. Sé consciente de tus sentimientos y emociones en todo momento, aprende a aceptarlos, a comprenderlos y a expresarlos desde el corazón, con sinceridad. Sé verdadero en todo momento y aprende a rendirte al Amor.

Estate presente, aprende a disciplinar tu mente para que poco a poco se rinda al aquí y ahora y se vaya silenciando. Así que no "Pienses, luego Existas," sino que existas y de vez en cuando uses tu mente creativamente.

Para experimentar esto, en el camino del Tantra aprendemos a liberar nuestros cuerpos de tensiones y del pasado. Aprendemos a observar nuestras heridas emocionales, a limpiarlas y a tomar responsabilidad de ellas para así abrir el camino hacia nuestro corazón y permitirnos confiar y expandirnos en amor. Aprendemos a observar a la mente para que se rinda a vivir el ahora, y a ser creativa en su funcionamiento dejando de repetir pautas y sistemas de creencia obsoletos y dañinos. De esta forma permitimos que la energía vital fluya libremente por todo el cuerpo.

No voy a describir rituales tántricos, ni detalles que pueden parecer muy resultones, porque de eso ya se encargan los que están poniendo el Tantra de moda. A mi me gustaría compartir la esencia del Tantra, que entendáis que no importa lo que uno hace sino que sea capaz de hacerlo con presencia y amor, y que cuando sepas vivir con coraje tu verdad, podrás tirar todas las escrituras, leyes y preceptos, porque Dios vivirá y amará en ti, y dejarás de perseguir hasta al éxtasis, porque te habrás convertido en él.

ASTIKO (http://www.tantrawithastik​o.com/)

No hay comentarios:

Publicar un comentario