La apuesta de Pascal fue refutada hace mas de 30 años por el filósofo George H. Smith en su libro de 1979, Ateísmo: el caso contra Dios, y se puede resumir así:
La apuesta de Smith puede estructurarse de acuerdo a cuatro posibilidades a saber de la siguiente forma:
La apuesta de Smith puede estructurarse de acuerdo a cuatro posibilidades a saber de la siguiente forma:
1. Dios no existe. En este caso, los ateos estarían en lo correcto, por ...lo tanto serían los creyentes lo que habrían perdido gran parte de sus vidas y de sus esfuerzos en agradar a un ser inexistente.
2. Dios es un ser impersonal (deísmo). Dios creó el Universo y luego lo dejó a su suerte, sin intervenir en él. En este caso, ni el ateo ni el creyente tienen razones para preocuparse, pues este Dios ni premia ni castiga. En dado caso, aún los perdedores continuarían siendo los creyentes, pues habrían perdido gran parte de su esfuerzo vital en adorar a un Dios que no les escucha ni les presta atención alguna.
3. Dios existe y es un ser moralmente elevado. En este caso, Dios no podría castigar a ningún ser humano que cometiera errores de conciencia honestos. Si la razón es la que hace llegar a la conclusión al hombre que Dios no existe, este no debería tomar represalias contra él. De hecho, quien más preocupado debería estar es el creyente, pues la lógica en términos básicos debería llevar al ateísmo, por lo cual la creencia ciega y deshonesta en Dios sería para Él un gran pecado.
4. El Dios de los cristianos es el correcto, con su actuación moral y éticamente reprobable, que castiga a todo aquel que se atreve a dudar de Él, aunque esta duda esté basada en la lógica y la razón. Así, la vida de cada persona no sería importante, sino la simple adhesión a la creencia de Dios sea esta por razones honestas (escasamente hay quienes creen en dios como consecuencia del razonamiento y la meditación profunda en ese aspecto) o deshonesta (la mayoría, según Smith, lo hacen por la apuesta segura, por temor al infierno o por simple herencia cultural). Sin embargo, este Dios reprobable desde el punto de vista moral, podría fácilmente también convertirse en un Dios traicionero respecto a los cristianos pues, suponiendo que este disfrutara de alguna forma con el sufrimiento humano y no importaran para él las virtudes humanas, no habría en tal caso ningún impedimento para suponer que también lanzara a los cristianos al infierno, ya que para una mente inmoral la traición puede convertirse en un elemento de diversión.
2. Dios es un ser impersonal (deísmo). Dios creó el Universo y luego lo dejó a su suerte, sin intervenir en él. En este caso, ni el ateo ni el creyente tienen razones para preocuparse, pues este Dios ni premia ni castiga. En dado caso, aún los perdedores continuarían siendo los creyentes, pues habrían perdido gran parte de su esfuerzo vital en adorar a un Dios que no les escucha ni les presta atención alguna.
3. Dios existe y es un ser moralmente elevado. En este caso, Dios no podría castigar a ningún ser humano que cometiera errores de conciencia honestos. Si la razón es la que hace llegar a la conclusión al hombre que Dios no existe, este no debería tomar represalias contra él. De hecho, quien más preocupado debería estar es el creyente, pues la lógica en términos básicos debería llevar al ateísmo, por lo cual la creencia ciega y deshonesta en Dios sería para Él un gran pecado.
4. El Dios de los cristianos es el correcto, con su actuación moral y éticamente reprobable, que castiga a todo aquel que se atreve a dudar de Él, aunque esta duda esté basada en la lógica y la razón. Así, la vida de cada persona no sería importante, sino la simple adhesión a la creencia de Dios sea esta por razones honestas (escasamente hay quienes creen en dios como consecuencia del razonamiento y la meditación profunda en ese aspecto) o deshonesta (la mayoría, según Smith, lo hacen por la apuesta segura, por temor al infierno o por simple herencia cultural). Sin embargo, este Dios reprobable desde el punto de vista moral, podría fácilmente también convertirse en un Dios traicionero respecto a los cristianos pues, suponiendo que este disfrutara de alguna forma con el sufrimiento humano y no importaran para él las virtudes humanas, no habría en tal caso ningún impedimento para suponer que también lanzara a los cristianos al infierno, ya que para una mente inmoral la traición puede convertirse en un elemento de diversión.
Es simplemente interesante como es que la mayor parte de gente en el planeta necesita creer en algo mas grande que uno, por que sera? O nos minimizamos al nivel de sentir que somos insignificantes e intrascendentes, o sentimos ese algo grande porque es parte de nosotros sino que no lo podemos reconocer...., qué dilema!!
ResponderEliminarSimplemente un versiculo:
ResponderEliminarpara que en el nombre de Jesus se doble toda rodilla de los que estan en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra. Fil 2:10
Esto va a pasar amigo asi q ahi lo veo ;)
La Apuesta de Smith es un argumento sobre la existencia de Dios y sus posibles relaciones con el ser humano, de acuerdo a la creencia personal y el nivel de moral del posible Dios, pero no considera todas las opciones probables, es decir, sufre de la falacia lógica del falso dilema. Aparte de la opción "Dios no existe", Smith va desde un Dios que existe pero no le importa nada, hasta un Dios que es muy meticuloso, llegando a la crueldad, al estilo de los vengativos dioses mesopotámicos o griegos, pero están faltando opciones, como, por ejemplo, considerar a un Dios que es un equilibrio perfecto entre la justicia y la misericordia, y que actúa conforme a leyes espirituales inmutables establecidas por Él.
ResponderEliminarEl que diseñó este argumento lógico lo hizo intencionalmente favorable al ateísmo. Habla de los ateos que pudieran cometer errores de conciencia honestos, pero la lógica y la razón, según Smith, tendría una sola conclusión: Dios no existe, y eso los salvaría. Depende de dónde parten esos argumentos, qué axiomas o premisas se están utilizando. Si no se es honesto en proponer premisas generales que consideren múltiples opciones, no hay dudas que la demostración que se haga llegará a conclusiones viciadas por los elementos de partida.
Sobre el Dios de los cristianos, Smith plantea, de manera deformada, unas características negativas de Dios, como lo de “Dios traicionero”, “disfrutara de alguna forma con el sufrimiento humano”. No considera atributos del Dios de la Biblia como la santidad, la inmutabilidad. En el Antiguo Testamento se presenta el Dios de juicio y justicia del Antiguo Pacto, de la Ley de Moisés, pero Dios se reveló también como un Dios “tardo para la ira y grande en misericordia”. Dios siempre daba lugar al arrepentimiento, por ejemplo, el profeta Jonás le predicó a Nínive: “de aquí a cuarenta días Nínive será destruida” y ellos se arrepintieron y Dios tuvo misericordia. En el Nuevo Testamento se revela el Dios de misericordia, cuando Dios encarnado fue llevado al sacrificio (muerte expiatoria) por los pecados de la humanidad, para poder cumplir con la justicia de Dios.
Smith plantea deformadamente los atributos del Dios de la Biblia. Dios es un Dios de justicia y misericordia a la misma vez. Si Dios fuese justo pero sin misericordia estaríamos hablando de un Dios cruel, y si fuese misericordioso sin aplicar justicia, estaríamos hablando de un Dios violador de sus propias leyes morales y éticas ¿Qué le exigimos nosotros a un juez terrenal? Que cumpla con la ley y sea justo.
Los argumentos de Pascal, Smith y cualquier otro son intentos de racionalizar cómo podría ser un Dios existente y su relación con los seres humanos. Hasta cierto punto cada quien se está fabricando la idea de cómo podría ser ese Dios, pero una cosa es lo que nos imaginamos y otra cosa es la realidad, el verdadero Dios, nos guste o no nos guste.
Juan 3:18: “El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios”