Articulo escrito por Ensalada Filosófica.
Los animales de compañía han estado junto al hombre desde los inicios. El registro más antiguo que se tiene de un animal de compañía (un perro) es de hace 31.700 años en las cuevas Goyet en Bélgica.
Los animales siempre han estado con nosotros, por diversos motivos: ayuda, distracción, protección, apoyo logístico, guerras, razones sentimentales, estéticas, simbólicas, etc.
Es difícil poder imaginarse al mundo antiguo sin la omnipresencia del caballo como herramienta de conquista, en algunas partes de Asia se usó al elefante como animal de carga y como guerrero, los bueyes son aún bestias de carga, la aves de rapiña ayudan a cazadores en las montañas, las serpientes se usan en trampas mortales, existen lobos amaestrados para controlar a posibles invasores, delfines usados en costosos tratamientos de “delfino-terapia”, sabios y fieles perros que guían el camino de personas con problemas de visión, perros salvavidas, más heroicos que algunos humanos, perros ayudantes de bomberos y de la lucha anti-droga, etc.
La lista es interminable, esta relación cercana se ve en todas partes. Los animales ayudan al hombre en todo aspecto y los hombres los recompensan con cariño, cuidado y alimento.
Los derechos de los animales existieron primero como ley invisible desde la antigüedad, como ejemplo en el antiguo Egipto, si una persona mataba a un gato se lo condenaba a muerte, ya que el gato era para el pueblo egipcio un animal sagrado. Ejemplos como este los encontramos en toda la historia de civilizaciones urbanas y rurales. Hay que considerar también que con el advenimiento de la modernidad las masas se trasladaron a la ciudad y , según la ONU, en el 2010 la población urbana sobrepasó a la rural.
El desarrollo urbanístico tiene ventajas y desventajas, una de ellas es la reducción del espacio de las viviendas, esto ha llegado a niveles extremos en lugares como Tokio, donde las viviendas promedio tienen menos de 40 metros cuadrados.
En países con menos población hay una disminución de las áreas verdes y de áreas públicas de esparcimiento, si bien en otros países esto está cambiando, la tendencia va en esa dirección.
En el proceso de cambio de lo rural a lo urbano, el humano llevó sus costumbres rurales y milenarias: sus amigos y fieles compañeros, los mamíferos de compañía y los mamíferos comestibles y proveedores de alimentos, en ciertos casos lo acompañaron los anfibios , aves y reptiles, siendo estos últimos animales de compañía "tabú".
Existe una declaración universal de los derechos de los animales que se expidió en 1977, aprobada por la ONU y la UNESCO. (http://www.me.gov.ar/efeme/diaanimal/derecho.html).
Este es el instrumento de máxima legalidad universal , es la base que permite exigir el derecho de los animales...Pero hay un punto interpretable según el ego humano, y ese es el motivo de este articulo.
Articulo 10, párrafo a:
“Ningún animal debe ser explotado para esparcimiento del hombre”.
Según la RAE:
Explotación significa: La acción o efecto explotar,
Explotar (Del fr. exploiter, sacar provecho [de algo])
1. tr. Extraer de las minas la riqueza que contienen.
2. tr. Sacar utilidad de un negocio o industria en provecho propio.
3. tr. Utilizar en provecho propio, por lo general de un modo abusivo, las cualidades o sentimientos de una persona, de un suceso o de una circunstancia cualquiera.
Esparcimiento:
1. m. Acción y efecto de esparcir.
2. m. despejo (‖ desembarazo, soltura en el trato).
3. m. diversión (‖ recreo).
4. m. Conjunto de actividades con que se llena el tiempo libre.
El gran objetivo de los valientes defensores de los animales es precisamente el cumplimiento de los derechos de los animales en general. Pero este punto (artículo 10, párrafo a:) es el más polémico y no se toma en cuenta correctamente por algunos protectores de los derechos de los animales, ya que hoy en día la gran mayoría de las heroicas organizaciones protectoras de animales de compañía, unicamente recuperan perros y gatos callejeros (que en algunos casos los esterilizan o castran), les dan atención veterinaria y posteriormente son dados en adopción a personas que aman los animales, (para esto se hace un estudio del candidato/a , donde se verifica si el animal estará en buenas manos y tendrá los cuidados necesarios para su supervivencia y subsistencia digna y que este no será objeto de venta).
En el mejor de los casos el animal regresa a un hábitat donde es amado, cuidado y alimentado correctamente, y donde podrá pasar el resto de sus días en una felicidad inmensamente superior a su anterior estado; además estará acompañado de personas que tienen las posibilidades, espacio y ternura suficiente para atenderlos.
Pero hay algo a lo que los defensores de los animales no le dan la debida importancia :El “Libre Mercado” que tiene consecuencias funestas para los derechos de los animales.
El libre mercado permite VENDER y NEGOCIAR mascotas, tal como lo hacían las potencias de la antigüedad (hasta mediados del siglo XVII) con los esclavos. En esos oscuros tiempos se permitía y fomentaba el comercio de esclavos puesto que que era un negocio lucrativo, en el que se trata a los seres humanos como "animales".
Por supuesto, no todas las personas que negocian con animales son tratantes, y no todos los que compran son desalmados. Pero tampoco son todos amorosos. Este es hoy en día el mayor problema en lo que respecta a los derechos de los animales en los países occidentales, tan consumistas, que por efectos de: publicidad, esquemas sociales, competencia y marketing, inducen a muchos niños y adultos a caer en la gran tentación de adquirir a un determinado animal ya que es: “lindo”, “dulce”, “buena compañía” o porque "da seguridad”, entre otras cualidades. Cualquier persona hoy en día tiene total libertad para comprar un animal.
Estos impulsos de compra tienen raíces: culturales, sociales, psicológicas y están influenciados por el urbanismo. Esos impulsos son humanos, no animales. Reconocer este hecho no es del agrado de los amantes de los animales que “tratan con ética intachable y amor infinito” a sus mascotas. No pongo esto en duda, pero ¿el animal realmente quiere eso? Lógicamente ningún animal quiere estar en una jaula esperando que alguien lo compre, pero esta situación se dio durante la esclavitud. Cuando los esclavos eran vendidos a "dueños" buenos y tiranos la diferencia en el trato llegaba a tal extremo que había algunos esclavos que rechazaban la libertad.
Recordemos que las esclavas voluptuosas y los esclavos musculosos eran la mercadería más apetecida por los tratantes de esclavos...igual que sucede hoy en día con los animales de compañía. Como ejemplo podríamos decir que es más costoso y mas "chic" comprar un gato persa con pedigree que adoptar a un gato callejero. Así como en su día la esclavitud ayudó a construir América y Europa [como lo definió el gran escritor Eduardo Galeano], ahora la esclavitud de los animales ayuda a la auto-definición consumista de algunas personas.
El ego humano occidental esclavista que consideró a sus iguales “animales” , hasta el extremo de comerciar con ellos, es es el mismo ego -con un maquillaje socialmente aceptado- que considera a los animales una mercancía para la venta, para satisfacer en muchos casos caprichos estéticos, basados en tradiciones y malentendidos apegos, que a fuerza de repetición son erróneamente considerados “normales" y hasta" necesarios”.
La esclavitud animal ayudó a construir en el siglo XX el imperio de la industria del cuidado animal. La mayoría de los clientes de dicha industria se encuentran en ciudades, no en el campo, que es el entorno original de los animales. Por eso, esa industria ha promovido la descolocación artificial de muchos animales utilizando imágenes tan disparatadas como un hurón viviendo en una casa. No porque estas imágenes se difundan masivamente, deben dejar de ser cuestionarse.
Esto no quiere decir de ninguna manera que las personas con problemas de visión no puedan tener animales que los guíen, ni que este mal que existan perros entrenados como salvavidas, ya que los dueños quieren a estos perros en algunos casos tanto como a su familia.
En el caso de los animales que controlan plagas como los gatos, los dueños los tratan por lo general muy bien, y el animal pocas veces tiene el impulso de escapar, ya que su sustento está asegurado y se siente en su ambiente.
Esta es la relación original, la que sabemos que los animales de compañía buscaron. Sustento y cuidado en su propio entorno salvaje, en una relación de mutuo beneficio.
Los pájaros enjaulados, ¿se quedan dentro de la jaula cuando la puerta está abierta?
Si dejáramos una "casa" de hamster o chinchilla en medio del bosque ¿se quedarían en ella?
Si colocamos una caja abierta con una serpiente en medio de la selva, ¿se quedaría dentro la serpiente?
Los perros "urbanos", despojados a la fuerza de sus instintos primarios, ¿podrían regresar a casa si se perdieran? Y si supieran como regresar...¿regresarían? Algunos NO, esto lo podemos comprobar en el sinnúmero de jaurías que se ven en algunos suburbios tercermundistas donde los perros se unen para sobrevivir y no regresan a sus dueños (que en muchos casos los abandonaron al nacer). Eso perros son a veces hostiles con los seres humanos y por eso los catalogan de peligrosos, los enjaulan y en algunos casos los sacrifican (en otros son rescatados y curados al igual que se hacia con los esclavos rebeldes).
Los gatos en época de celo son encerrados por temor a que se escapen y se les impide satisfacer sus instintos. En el mejor de los casos se les consigue una "pareja", que nosotros elegimos. Aunque parezca un disparate, ¿cómo sabemos que lo que hacemos es lo mejor para el animal? Se que hay estudios sobre el tema que mejoran nuestras cuidados a las mascotas en este y otros casos. Esto es un gran avance, pero los animales siguen siendo nuestros esclavos. Aunque los amemos.
Es interesante como reaccionan ante este tema los dueños de las mascotas que creen ser parte de una minoría que trata a los animales con absoluta ética.
El animal debería DECIDIR con quién se queda y en qué entorno vive, no el humano. La ética funciona y se cumplen los derechos animales cuando se acaba el comercio de animales de compañía y se los deja de considerar un producto de consumo.
No estoy en contra de la relación humano-animal, pues ha existido desde hace miles de años, pero los animales pueden en algunos casos ayudarnos, salvarnos la vida, darnos amor y recibirlo de nosotros, pero para esto no hace falta sacarlos de su entorno ni privarlos de su libertad, como por ejemplos en el caso de los delfines que rescatan a los náufragos.
Habrá quienes piensen: "los animales se adaptan a su entorno", pero lo mismo sucedía con los esclavos cuando se los sacaba de su tierra. Y sí, no dudo que haya personas con ranchos o viviendas amplias donde el animal se siente “como” en su entorno, pero en muchos de estos casos el animal no tiene compañía de sus semejantes y/o de sus "dueños".
La mayor prueba de libertad para el animal sería dejarle vía de escape para ver si regresa. Si se va, es porque quiere regresar a sus instintos. Pero nosotros no queremos que regrese a esos instintos porque le tenemos apego. Lógicamente esto es una prueba imposible en entornos urbanos, ya que se dejaría al animal en un entorno ajeno a él, hostil y diseñado para seres humanos. Solo conseguiríamos que el animal muera atropellado, enferme o muera de hambre.
Esta es una pequeña llamada a los activistas, para que su heroica y gigantesca labor se dirija al origen del problema: la venta de los animales y la creación de la necesitad de los animales de compañía en entornos urbanos.
El articulo 10 de los Derechos Universales de los Animales, debe ser respetado.
Ensalada Filosófica.
Concuerdo con muchos aspectos del artículo, salvo que los animalistas también estamos en contra de la venta de animales y además no les denominamos mascota sino animal de compañía.
ResponderEliminarCreo que lo que yo voy a decir sonará más polémico: Tocará también hacer conciencia de que se esterilicen los humanos para que los entornos urbanos no crezcan tanto, los seres humanos somos tan depredadores que les hemos quitado tanto pero tanto espacio físico a los otros animales. (Eso si es polémico) Recordemos que los humanos, somos parte del reino animal.
En todo caso si tenemos la dicha de contar con su presencia a nuestro lado, aprendamos de ellos, nuestros animales de compañia, observándolos comer o cuando buscan un lugar para descansar. Conectémonos con recordar cuáles son nuestras necesidades más profundas y esenciales, necesidades olvidadas a razón de los paradigmas que esta sociedad (humana)nos impone.
Si tenemos esa dicha es porque el animal en su ENTORNO NATURAL decidio acercarse a NOSOTROS, esto no es controlado, y no verificar esto es explotar a el animal. Me parece muy bien todo esto, pero el animal sigue siendo "explotado", ya que es sacado de su entorno y reproducido para motivos terapéuticos, eso es explotación. Igual que la pruebas con animales.
ResponderEliminarEstamos negando con nuestro EGO el articulo ... 10 de los derechos de los animales.
El hecho de que la relación hombre -animal de compañía sea simbiótica y beneficiosa NO NOS DA EL DERECHO de criarlo y/o mantenerlo para ese objetivo.
Debemos buscar SUBSTITUTOS, no animales.
Es como numerar los beneficios de comer carne, o explicar los beneficios de los autos a explosión de gasolina, o los beneficios de la pesca que esto nos beneficie, no SIGNIFICA que esta bien.
Repito, si algo nos beneficia y nos gusta y creemos que esta bien, no significa que esta bien.
Los animales a SU ENTORNO y( tenemos el deber de regenerarlo, como se hace con los otros animales), si ellos se QUIEREN acercar, como originalmente lo hicieron era por comer, porque nosotros depredamos su entorno, y les acaparamos sus recursos. El resto lo inventamos nosotros, al animal no le quedo otra.
Para terminar, puedo decir que hay muchísimas ventajas de probar medicamentos y cosméticos en animales, pero ahí no esta bien.
El argumento de explotación se aplica en TODO, lo que no nos gusta y lo que NOS GUSTA y nos hace bien. Sino es un argumento utilizado a discreción.
El animal, no debe estar en el entorno humano urbano (comercializado , vendido y usado en terapias beneficiosas) y en el rural el vera si se acerca y se queda. Si queremos sacar provecho a estas terapias, vamos NOSOTROS a su entorno y ahí si ellos quieren y se dejan usar con alegría, la terapia tendrá efecto. Los efectos beneficiosos no son excusa para la prisión de ningún animal. Yo puedo argumentar que los elefantes de los circos entretienen a los niños y eso los hace reír, o que las corridas de toros,ayuda a la unión familiar, todo es cierto, pero hay EXPLOTACIÓN del animal, en unas es cruel en otras amorosa, pero igual explotación (aunque le pongas nombre de terapia) , el animal quiere ser libre!. Estar en su medio, no hacerle terapias a los hombres. Es igual que el toro y el elefante. Ellos no quieren estar ahí, sino en su entorno.
Si ellos se acercan de su entorno al nuestro, por libre albedrío, pues BIEN.
Usarlos para terapias, es explotarlo y eso va en contra del articulo 10.
La evolución de los derechos de animales de compañía es esto, aunque
no nos guste, porque nuestro ego y aprensión actúa cegandonos
Los defensores de animales, son el epitome de los derechos, no debemos dejar que actúen en base al EGO como exactamente lo hacen sus captores.
Los animales de compañía, suena muy bonito, por su palabra final, pero los seguimos esclavizando a nuestros intereses mezquinos de necesidades efectivas.
El animal desea estar libre, no ser un dador de cariño, aunque lo engañemos con comida y cariño y el crea que quiere quedarse, lo hemos despojado de sus instintos primarios, desde que nació.
Igual pasaba con los esclavos.
Saludos.