martes, 7 de febrero de 2012

El Silencio del Hombre

Por John The Other
Ha pasado una década en el siglo 21, la cultura Occidental opera por una negación explícita de algunos hechos obvios. Los hombres y los niños son ciudadanos de segunda clase. Esto es muy evidente en un gran número de factores medibles.
Los infantes varones son sexualmente mutilados en forma rutinaria, y los tejidos recolectados son usados, entre otras cosas en cremas cosméticas para las arrugas para mujeres. [1][2]. De hecho, los hombres son tan despreciados que al menos una compañía ha abandonado hacer experimentos en animales a favor de hacer experimentos en los tejidos recolectados de infantes varones mutilados[3]. La prisión para las deudas, a pesar de ser formalmente ilegal por más de un siglo, todavía existe solamente para los hombres [4][5][6][7] quienes han sido perjudicados por el corrupto sistema de las cortes de la familia. Los programas de violencia doméstica con mayor cantidad de fondos públicos se enfocan exclusivamente en la victimización de las mujeres, el grupo demográfico sexual que ha tenido menor victimización, implícitamente promoviendo el escalamiento de la violencia en contra del grupo demográfico que ha sido mayormente victimizado; los hombres [10].
Proveer propósito para este debate está fuera del propósito de este artículo. El hecho de que la marginación de los hombres está siendo apoyada por algunos de los ejemplos previamente mencionados, pero está establecido y se asienta en una fracción sustancial  de lo que contiene este artículo o este blog, con más de 300 artículos.

¿Cómo llegamos aquí? La ideología supone victimización femenina así como el imaginario dominio masculino en la sociedad occidental y ese ha sido el espíritu de los tiempos por al menos medio siglo. En nuestro camino al presente, es importante notar algunas de las fracturas culturales mayores.

Históricamente, los protectores de la sociedad han sido los hombres. Eso significa los protectores de las mujeres, los niños, los viejos y los enfermos han sido los hombres. En los lugares públicos, la presencia de los hombres quienes hacen sus asuntos siempre han sido algo beneficioso para la seguridad de todos los demás.

Los hombres, por su parte, casi universalmente han aceptado su rol de guardaespaldas de-facto con el orgullo como un elemento de la identidad masculina. Adelantándonos unas cuantas décadas con un loop contínuo de la aclamada cultura del rap, la histeria de la pedofilia y la realidad masculina que una acusación susurrada de un extraño anónimo destruye una vida, una carrera, una familia y un futuro. Entonces demuestren a los hombres la voluntad de un segmento mayor del público femenino a permitirse este deporte sangriento por motivos que van desde el aburrimiento hasta la venganza.

Heidi Jones fabricó el fantasma de la violación en contra de ella para ganar atención [11]. Nafissatou Diallo acusó fraudulentamente a Domenique Strauss Kahn en una estrategia pagada para destruir su carrera política.

De acuerdo con Amy Davidson en el New Yorker: “La señorita Diallo es la primera acusadora en la historia en conducir una campaña en la prensa para persuadir al fiscal para que ponga cargos en contra de la persona a la cual ella quiere quitarle dinero. Sus abogados y consultores de relaciones públicas han orquestado un número imprecedente de eventos en los medios y conferencias para generar presión en el caso del fiscal después de que ella tuvo que admitir los esfuerzos extraordinarios para manipularlos.” [12]

Julian Assange fue acusado fraudulentamente de violación porque él avergonzó al gobierno americano. Amanda Knox[13] acusó a un hombre inocente de violación porque ella estaba enojada con uno de sus parientes sobre una deuda menor. Estos, junto a cientos de otros casos que llegan a las noticias cada año envían un mensaje claro como el cristal. Los hombres son habitualmente enviados a prisión y destruidos con facilidad, pasado en nada más que palabras. Nicola Osborne, 32, de Winchester Road, Portsmouth, Hampshire fabricó una violación para cubrir su propia infidelidad matrimonial. [14]

La provincia canadiense de Ontario es uno de los pocos lugares donde las acusaciones falsas de violación son rastreadas estadísticamente por las fuerzas del orden público. En esa provincia en un año, se hicieron más de 2235 acusaciones de ataques sexuales que no sólo se probó que no había evidencia del asalto, sino que se probó que eran definitivamente falsas[15].

Agrega a este clima de acusaciones falsas los esfuerzos organizados de ideólogas de eliminar el juicio justo [16] y la presunción de inocencia para los hombres, y tenemos una cultura verdaderamente hostil con los hombres. Si esto no fuese suficiente, también tenemos una cultura en los medios que celebra la violencia dirigida a los hombres y trata a las criminales que cometen actos de violencia dirigida a los hombres como casi-celebridades. Lorena Bobbit y Katherine Becker son dos de los ejemplos más claros de esto.

Agregando más en este es la horrible y extraordinaria ética pública que se ha hecho común, los pilares respetados de la sociedad entran en discusión sobre modificación genética dirigida a los hombres e infanticidio en masa para los niños. Las autoras, profesoras, cuidadoras de niños, políticas y otras que orbitan el club de asesinatos de Pamela Oshaugunessy [17] continúan revelando que aceptan la violencia dirigida a los hombres es un valor comunitario para una gran fracción de la población femenina.

Todo esto, por supuesto, no es suficiente. Tomen cada argumento hecho por miembros del movimiento de los hombres, enfrentando los problemas listados arriba y más, y comparen esos argumentos en contra del otro lado del debate. Desde los campos en contra de los derechos de los hombres, hay burlas, acusaciones, amenazas y varios intentos para avergonzar y censurar. También hay, desde la mayoría del público, hay un gran silencio y una gran indiferencia.

Los hombres están, por supuesto esperados que se desempeñen como siempre. Que persigan las carreras de modo que como hombres buenos y satisfechos podamos pagar por los pañales, anillos de diamantes y el derecho general de hacer lo correcto para las mujeres en nuestras vidas. Hay un género nuevo de literatura dedicado a motivar a los hombres para que regresen a proveer, proteger y morir cuando sea conveniente. El libro Guyland de Kimmel y el Child Man In The Promised Land de Hymowitz siendo ejemplos de este género.

Penny Nance, la gerente general de las Mujeres Preocupadas de América ha hecho una carrera de ser tutora de la fracción creciente de hombres que reconocen que el rol masculino de mueble desechable ya no es viable. De acuerdo con nance “Tenemos un problema creciente sobre los hombres que se alejan de las familias, de los niños y necesitamos preocuparnos como una nación. Necesitamos animarlos a que lo logren y es esencial que estén presentes en la familia.”[18]

En su entrevista con Fox News, ella deja esto muy claro, diciendo “Los necesitamos, todas las ciencias sociales juntas señalan al hecho de que los padres son esenciales en el hogar; son esenciales en la familia. Queremos que hagan un gran trabajo cuando son jóvenes, aprendiendo como proveer de modo que cuando sean papas estén ahí para sus familias.”

Nance culpa del fenómeno de los hombres que se salgan del matrimonio como una falla en los hombres en “crecer” y conformarse en ser lo que ella entiende como un “hombre bueno,” pero si es que este es un engaño consiente para avergonzar a los hombres para que se sometan – o si es una simple falla de comprensión por parte de Penny – es irrelevante.

Lo que es abundantemente claro es el espíritu de la desechabilidad-masculina del feminismo moderno, se requiere una nueva ética de supervivencia masculina para cada hombre con la agudeza mental para valorase a sí mismos como seres humanos que se determinan a sí mismos, en lugar de ser artefactos desechables, proveer trabajo, esperma y violencia para el beneficio de las mujeres.

El contrato social entre los hombres y las mujeres se ha roto. La guerra en contra de los hombres dirigida por las feministas en nuestra sociedad, perseguida durante las últimas décadas, ha quemado, bombardeado y destruido el suelo en el que el antiguo acuerdo entre hombres y mujeres. A todos, incluyendo las mujeres socialmente conservadoras les tiemblan las manos sobre la idea de que los hombres se salgan del matrimonio y estén consientes de la apropiación de este contrato social.

Para los hombres, una nueva ética de supervivencia se ha vuelto una necesidad y esa ética tiene elementos que disturban y aterrorizan a aquellos quienes han invertido mucho en mantener el status quo. Para ser claros, eso significa individuos que han invertido en la continua destrucción de las vidas de los hombres para la conveniencia de todos los demás.

Una descripción completa de esta ética no es el punto de este artículo y ciertamente para otros hombres auto actualizados, la solución varía en sus detalles. Sin embargo, un factor común para la mayoría de los hombres que se salen de la masculinidad tradicional que alienta la desechabilidad masculina va al menos tener los siguientes elementos: para conveniencia, esta ética masculina emergente está catalogada con una expresión creada por Paul Elam,Masculinidad Zeta.

La Masculinidad Zeta no contiene más aceptación de la violencia personal. Esto parece ser nada impresionante al principio, hasta que se entiende que afuera de la nueva ética masculina de auto actualización – se espera que los hombres generen y absorban la violencia personal a favor de las mujeres y de los niños así como a favor de los hombres de alto estatus. Esto está grabado por la evolución en el cerebro de los hombres como protectores desechables de la familia, la comunidad y de poblaciones más grandes, los protectores de sociedades. Para los hombres alertas a la realidad social de que son seres humanos despreciados, y que son sólo valorados como artefactos desechables, un rechazo total de aceptar y absorber la violencia, o no generar violencia por ninguna razón excepto protección personal es probable que sorprenda a los hombres que se someten a la sociedad y a las mujeres.

Dependiendo en la presentación de esta no violencia – los hombres que rehúsen su propia desechabilidad son llamados cobardes, o no hombres de verdad. En el desprecio más desesperado de racionalización de los conservadores sociales – esta no violencia es caraterizada como un apoyo a la violencia. Estas respuestas son basadas en miedo de la pérdida de protección por los hombres previamente desechables o simplemente la falla estúpida por entender una ética masculina de no violencia. En cualquier caso – la falla yace con la crítica, y no se ofrecerá ninguna disculpa ni explicación. Los hombres Zeta no le deben nada a nadie.

Esto significa que las mujeres y los hombres de mayor estatus pueden aprender a abandonar sus suposición de que los hombres a su alrededor los van a proteger o ayudar a imponerse. Es probable que ni las mujeres ni los hombres de mayor estatus van a aprender nada en el corto plazo, pero los hombres Zeta van a mostrarse indiferentes al dolor experimentado por ambos grupos durante la curva de aprendizaje.

La masculinidad Zeta también contiene el abandono del auto-sacrificio por obtener una carrera y estatus. Lo que significa que el creciente número de hombres adoptando la emergente ética de la masculinidad Zeta están rechazando la era antigua de utilización femenina de los hombres como objetos de éxito. Si las mujeres como grupo demográfico pueden aprender a valorar a los hombres como seres humanos en un cálculo separado de sus billeteras, autos y carreras prestigiosas de alto poder. Sin embargo, nadie espera que esto suceda, y las mujeres ya están lloriqueando en blogs, periódicos y comentarios sociales de programas de charla y pueden seguir quejándose sobre el síndrome de Peter Pan hasta que ellas se les pongan la cara azul. A los hombres Zeta no les importa, porque sabemos que el juego está manipulado en para que los hombres ganen, provean y mueran – y eso no es atractivo.

Argumentos en contra de esto: “pero no vas a atraer mujeres sin un cheque respetable” son notadas con anterioridad, y la verdadera respuesta es que este no es un problema para nadie excepto los conservadores sociales y las feministas que han invertido en mantener el rol de proveedores desechables. A los hombres Zeta no les importa. Ese viejo juego de sacrificio y muerte temprana no vale nada. Ya no vamos a pagar por nada de nadie, y no nos importa que hace esto al final de la línea de Saks en la quinta avenida, o Wells Fargo o Exxon. No nos importa, en lo más mínimo. Lo que los hombres Zeta entienden con terrible claridad es que el rol establecido, aceptable y respetable para los hombres de protector y proveedor es lo que impulsa a una cultura que se alimenta de los cadáveres de hombres “buenos” y desechables.

Hay una tabla más en esta plataforma que es importante mencionar. Los hombres Zeta cada vez son más cuidadosos de sus contribuciones biológicas a la creación de bebes. Las cortes de la familia, exceptuando unas cuantas reformas recientes es ciertos estados específicos – han demostrado un completo mandato corrupto de apropiación de la riqueza de los hombres quienes han contribuido sus cromosomas en el proceso de procreación. El problema es que a pesar que se requiere que una ley tolere y respalde los derechos reproductivos que sólo mas mujeres disfrutan, los hombres no poseen ni derechos ni elecciones.

La única respuesta cuerda a esto es ejercer cautela extrema en el desecho del semen. Sin un monto gratuito de detalles, el resultado es un número creciente de hombres que se rehúsan en impregnar mujeres. Ciertamente la gran mayoría de hombres continúan cayendo ciegamente en la trampa de bebes, pero esto es probable que cambie rápidamente con el surgimiento de nuevas tecnologías de contracepción masculina.

¿Qué va a pasar cuando sin hombres dispuestos a dar combustible para esta máquina? El sistema va a colapsar a adaptarse a una ética moderna que no requiera desechabilidad masculina. Cualquier sea el caso, los hombres Zeta están preparados para sobrevivir y adaptarse. El resto de ustedes están solos.

Nosotros vamos a tomar los primeros asientos en los salvavidas también. Gracias por preguntar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario