miércoles, 24 de agosto de 2011

La apuesta de Pascal


Blaise Pascal, filósofo y matemático en el siglo XVII, formuló por primera vez el argumento conocido como “la apuesta de Pascal”. A Pascal se le considera el fundador de la probabilidad e hizo otros importantes aportes. La apuesta de Pascal, en términos sencillos, es la siguiente: nadie sabe a ciencia cierta si Dios existe. Tal vez exista, tal vez no. Decidir si creer o no en él, es como hacer una apuesta. Pascal calculó el “valor esperado” de esta apuesta como sigue:

Si usted opta por creer en Dios y, si sucede que está usted en lo cierto, entonces, su recompensa será infinita: la eterna bienaventuranza en el cielo. Sin embargo, si está usted equivocado, entonces, no habrá perdido usted nada. Por otro lado, si decide usted no creer en Dios y resultase finalmente cierto, entonces, no recibirá usted ninguna recompensa, pero, si resulta que estuvo usted equivocado, entonces,  recibirá un castigo enorme: el sufrimiento eterno en el infierno.

Este es el principal argumento de la apuesta. Dado que la probabilidad de que Dios exista es desconocida, pero el resultado de la apuesta es infinitamente mejor en el caso de que se opte por creer (aún cuando exista una pequeña probabilidad), resultará, según Pascal, mucho más conveniente creer. De hecho, es la única opción de la apuesta que tiene verdadero sentido.

Bueno, eso es la apuesta de Pascal, ahora aquí nuestras razones para no estar de acuerdo con ella:

Razón 1: Incluso si usted acepta la apuesta de Pascal y decide que debería creer, esto no le daría ninguna base segura para escoger la religión correcta. Pascal era católico y obviamente la usó para probar que usted debería ser católico. Esto sólo pone de relieve el problema de diferenciar cuál es la religión correcta. No sabemos si son los judíos, los budistas o los hindúes quienes están en lo correcto. Todas claman tener el único camino a la salvación. Entonces, ¿cómo apostar a la religión correcta para así no caer en los infiernos de las otras?

Razón 2: Si usted aceptara la apuesta de Pascal como un mecanismo válido y un argumento real para creer o no en las cosas, entonces, usted no tendría más remedio que creer prácticamente en todo. Pero, usted, no creería en duendes mágicos sólo porque alguien le dice que son reales y porque hay una mínima probabilidad de que usted pueda ir a un supuesto infierno si no cree en ellos. Usted sabe que sólo se debe creer en cosas que tengan un mínimo de pruebas científicas claras a favor. La religión no puede proveer ninguna. Desde un punto de vista estrictamente probabilístico, apostar a creer en Dios equivale a apostar a creer en duendes, hadas, marcianos y todo tipo de mitos igual de irrelevantes.

1 comentario:

  1. No se trata de elegir religiones o de creer en duendes o marcianos. Simplemente Pascal lo refirió a la existencia o no existencia de Dios.Punto.

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