domingo, 6 de junio de 2010

América no sabe de Sudamérica


Es la razón de la película Al sur de la frontera, que recientemente hizo Stone, y porque la transformación se debe a 7 países


Lo bélico y el poder son el sello personal de Oliver Stone. Son su marca registrada. Y aquello se refleja en las galardonadas Pelotón (1986) y Nacido el 4 de julio (1989).

Son los retratos de sus vivencias como militar durante la guerra de Vietnam. Todo eso lo relaciona con el análisis de los poderosos, a través de filmes como JFK, que narra la historia después de la muerte del presidente John F. Kennedy. Y esa película de 1991 fue la que abrió el abanico de mandatarios en la mira de Stone. Richard Nixon, George W. Bush y Fidel Castro han estado en la lupa de este cineasta nacido el 15 de septiembre de 1946 en Nueva York.

Hugo Chávez, el actual presidente venezolano, es el más reciente para el también ganador del Oscar como guionista por Expreso de medianoche (1978). Chávez es el protagonista de Al sur de la frontera (South of the border, 2009) en la que intenta revelar la realidad latinoamericana y su posición frente a Estados Unidos. Esa visión particular del controversial realizador estadounidense lo trajo a Ecuador.

Hace muy pocos días se realizó en nuestro país el festival de cine documental Encuentros del otro cine, en el que se demostró que el público amante del cine documental está creciendo, sobre todo en los jóvenes, ¿por qué cree que es esto?

Bueno, pienso que los documentales son algo muy moderno porque estamos en la época de intimidad de la televisión en donde tenemos televisión reality, pero pienso que la gente quiere saber la verdad, quiere saber sobre el mundo. La razón por la que hice la película es porque América no sabe de Sudamérica, lo ignoran; entonces, la transformación que yo vi que se debe a siete países es enorme.

En Estados Unidos escuchamos que Hugo Chávez es un dictador, pero no oímos nada de la unión entre Brasil, Argentina, Bolivia y Ecuador; nada de eso escuchamos y es tremendo.

“Menciono el capitalismo depredatorio porque es rapaz. En Sudamérica están huyendo de Norteamérica, del FMI...”

Empezamos con esta película como un documental humilde, pensé que sería un afortunado si salía en la televisión venezolana; no pensé que llegaría tan lejos, pero porque Chávez era tan magnético sugiero: ¿por qué no van a hablar con otra gente?, es un magneto más grande.

Entonces visitamos a siete presidentes en cinco días e hicimos esta pequeña película llamada Al sur de la frontera y ha sido bien recibida, ha ido a Venezuela, al Festival de Nueva York, a Santa Bárbara en California, y estamos aquí visitando a los presidentes, regresamos para mostrar a Rafael Correa y a la gente que está afuera. Estoy muy orgulloso. Y luego nos vamos a Argentina, Brasil, Bolivia...

Pero usted ha hecho películas argumentales y dio el salto en el cine como guionista de películas como Scarface (1983). Solía hacer usted películas argumentales, siempre basadas en un hecho histórico real, pero combinando el argumento con el documental. ¿Usted se va a dedicar más al cine documental que al argumental?

Bueno, he hecho seis documentales más con Fernando Sulichin en Argentina, comenzando con Comandante, en el 2002, sobre Castro; luego fui a buscar a Fidel, después hice uno en Israel y Palestina, luego Al sur de la frontera, otro sobre Castro el año pasado, pero va a salir este año; y mi proyecto más grande es un documental de diez horas llamado La historia secreta; la historia secreta de Estados Unidos va desde la Segunda Guerra Mundial hasta ahora. Es muy ambicioso, diez horas no es suficiente tiempo, pero es algo que quiero dejar para mis hijos, porque no creo que se les enseña la historia norteamericana de una forma correcta. Yo amo hacer películas; soy un buen contador de historias. Bueno, con los documentales no puedo ganarme la vida: no te pagan, tienes que luchar para hacerlos, pero los hago porque tengo un deseo de conocer más sobre el mundo en el que vivo y ayudar a la gente a que vea mejor las cosas.

En South of the border, casi al final, usted dice que de lo que se trata es de cambiar ese capitalismo rapaz por otro un poco más humano. Hay pensadores estadounidenses que han hablado sobre el sistema mundo, que el capitalismo necesita siempre un eje a lo largo de la historia. Lo han seguido Holanda, Inglaterra, España, Francia, y ahora Estados Unidos. Pero se está haciendo un cálculo porque las cosas se han complicado. Ahora el planeta es más urbano que rural, la población urbana demanda más cosas, salud, educación, asistencia social, y el capitalismo, tal como lo hemos visto siempre, parece no estar preparado para esas cosas...

Bueno, has hecho una pregunta muy difícil. Yo también me interrogo, creo que mucha gente se pregunta si el capitalismo puede hacer el trabajo y esto es una incógnita muy importante. En la película menciono el capitalismo depredatorio porque es rapaz. Ustedes, en Sudamérica, han estado huyendo de Norteamérica, del Fondo Monetario Internacional desde hace mucho tiempo.

En parte, lo que ha pasado en los últimos años es que Kirchner en Argentina es un héroe, se paró y dijo al FMI que no; Chávez dijo no; Morales dijo no; Correa dijo no y Lula ahora dijo no. Es algo increíble. El FMI tenía 20 mil millones de dólares en préstamos a Latinoamérica y ahora han bajado a mil millones de dólares.

“En Colombia lo que pasó
fue que privatizaron la milicia,
y Estados Unidos
hace lo mismo”

Excepto por Colombia, que todavía es un aliado americano y, digamos, títere, le pagan mucho dinero para expandir sus bases militares, y tal vez Perú. Veamos qué hacen Perú y Chile; hay una lucha muy significativa que no ha acabado porque el capitalismo de Estados Unidos está trabajando activamente para desestabilizar a Chávez, a los Kirchner en estas elecciones que vienen. No está contento con Lula, porque fue a Irán a reunirse con el Primer Ministro de Turquía. Necesitamos tener un mundo multipolar: tú hablas de socialismo, yo no estoy seguro, pienso que la distribución de bienes es una cosa muy difícil de resolver.

A favor de Chávez, aunque ha nacionalizado algunas cosas, como industrias y recursos, ha habido un crecimiento de negocio privado en Venezuela. A veces el mercado nos enseña cuándo la distribución de bienes es mejor. El mercado no siempre es justo y no podemos esperar equidad completa, pero pienso que debemos encontrar la forma de hacerlo más humano... dejar que el mercado hable por sí solo, pero las corporaciones gigantes han distorcionado el significado del mercado.

En su película también se ve un problema con los grandes medios masivos. Se ve también, por ejemplo, cómo el New York Times cubre el intento de golpe a Chávez en 2002. Hay un conflicto de comunicación en el mundo actual. ¿Cómo lo ve usted?

Esto es muy importante y los norteamericanos ni siquiera conocen sobre esto; es tan vergonzoso, pero tienes que decir lo obvio, es una película introductoria, es el comienzo, pero dice claramente que en 2002 hubo un golpe de Estado en Venezuela organizado por los colaboradores de Estados Unidos. La oligarquía, los ricos y la clase media alta lo botaron con un golpe de Estado ilegítimo. El Gobierno era ilegítimo, pero reconocido por América.

Entonces es una historia milagrosa como una película de Frank Capra. Chávez regresó, él no estaba muerto y millones de personas en Caracas llamaban para que regrese. Es una gran historia y no fue contada así en Estados Unidos. Dijeron que no era un golpe de Estado, entonces, hubo un paro por petróleo y nadie sabe de eso. Eso casi destruyó a Chávez; fue como cuando la “Gran Depresión” mató a la economía. Luego está la historia de Argentina, que se negó a pagar a los inversionistas y dijo no al FMI (Fondo Monetario Internacional); son historias grandes muy dramáticas, pero en Estados Unidos no sabemos nada de esto. Espero que la película se muestre no solo en América del Sur, porque aquí la entenderemos; debe mostrarse en todo el mundo, en Inglaterra, en Europa, porque controlan tanto la riqueza. Chávez y toda la región necesitan capitalismo, inversionistas, porque es parte del crecimiento. Hay tantos rumores, tantos mitos sobre Sudamérica y debemos encontrar las mentiras.

En South of the border hay una escena muy fuerte, donde Michael Moore interpela duramente a un presentador famoso de TV en los talk shows de su país y lo increpa: “¿Por qué no dices la verdad, por qué no haces tu trabajo?”; y Moore está a punto de perder la paciencia. ¿Quiere esto decir que usted puede estar más cercano al cine de Michael Moore?

Michael Moore ha hecho un trabajo fabuloso abriendo los ojos de la gente. Pienso que lo demostró hablando en la televisión sobre la guerra de Irak, y estaba en lo correcto. Todo el mundo juega como si hubiera un silencio de consentimiento donde la gente va a la guerra y empiezan a creer; la inteligencia falsa es una parte grande de esto y los medios de comunicación, por supuesto, tocan el tambor de la guerra. Yo soy veterano de la guerra de Vietnam y vivir esto otra vez fue una pesadilla. De 2000 a 2008 fueron los peores años, cuando estaba Bush; esperamos que con Obama sea mejor, pero no sabemos. Moore es un activista más, como yo; es muy chistoso, se puede poner a sí mismo en las películas, pero tienes que darte cuenta de que yo no soy un documentalista a tiempo completo, también hago películas, soy director, trabajo con actores; es totalmente diferente. Hay documentales que puedo hacer, pero no muchos. La mayor parte de mi tiempo la ocupo en hacer películas. Por ejemplo, tengo una nueva llamada Wall Street 2, el dinero nunca duerme, que abrió el festival en Cannes.

¿Y cómo le ha ido con Wall Street 2, el dinero nunca duerme?

En el festival fue solo una presentación ; en septiembre, en todo el mundo, incluyendo América del Sur. Pienso que fue una película divertida, rápida y con la cual aprendes mucho del capitalismo, pero no es un documental. No se supone que debe serlo porque hay una gran diferencia, son dos mundos distintos.

¿Usted tiene expectativas positivas para que Obama trabaje un poco más profundizando la democracia en general?

Bueno, mis esperanzas están con Obama, si no hubiera sido presidente tendríamos a John McCain, y si este tenía un mal momento, habría sido una pesadilla. Obama es inteligente, pero no está poniendo atención hacia América del Sur. Pienso que en general hizo un discurso genial, pero su discurso en el premio Nobel fue ambiguo porque pienso que llamó a la guerra, a confiar en la guerra en Afganistán y veo la continuación del sistema estadounidense en el cual domina a todo el mundo. Promete que será un país pacífico, pero no lo es, porque quiere guerra. Busca enfrentar y controlar al mundo.

Es loco, pero hemos operado en este mundo desde la Segunda Guerra Mundial y algunas personas dicen que hemos contribuido a tantas muertes, especialmente en Asia, América, África; entonces pienso que no está poniendo atención. Considero que está preocupado por ser reelegido como un buen político y ver las cosas pragmáticamente: “Tengo que ganar las elecciones, ser el centro y si tengo el poder en 2012 entonces haré más”. Eso es lo que yo pienso, como con John F. Kennedy que hizo los cambios en el 63 y los dio, pero sentía como que el sistema lo restringía porque estaba rodeado de banqueros y la industria petrolera. En fin, es muy difícil hacer algo en Estados Unidos para un cambio. Con lo de Honduras, es lamentable la postura de Obama con el golpe de Estado. Es una desgracia que haya expandido las bases en Colombia, como lo es también que haya permitido a la flota naval de Estados Unidos navegar en estas aguas. Esto no es un gesto positivo.

Antanas Mockus, filósofo, matemático, quien avanzó a la segunda vuelta en las elecciones para Presidente de Colombia, tiene otro discurso. En caso de que él gane, ¿usted iría para Colombia, le interesaría conocerlo?

Me encantaría. Yo pienso que muchas personas valiosas han sido asesinadas por los paramilitares.
Colombia es un país que ha sido destrozado por pesadillas, pero está tomando la salida incorrecta.
Allí están votando por el consumismo y paz, pero el consumismo es comprado a costa de tener a EE.UU. y a los militares ahí. Los paramilitares continuarán y no habrá cambio. Colombia ha alienado a todos los demás en la región, menos a Perú, y pienso que a la gente colombiana le ha sido lavado el cerebro por la prosperidad y los dólares americanos que vienen, pero no es bueno para otra gente.

¿Qué opina sobre el tema de los falsos positivos en Colombia? El Estado colombiano le dijo a la gente un día: “Yo te premio si me traes un terrorista o un guerrillero muerto”. Entonces, mucha gente mató a campesinos disfrazados de guerrilleros para llevarlos ante el Estado y exigir su recompensa por llevar un “guerrillero muerto”...

Mira, yo fui un militar en Vietnam y una de las cosas más horribles que vi en mi vida fue lo que hicimos a los civiles. Pienso que cuando estás en una situación en la que aterrorizas a los civiles, te prostituyes por ganancias, por dinero, corporaciones... Pero esto es peor. En Colombia lo que pasó fue que privatizaron la milicia, y Estados Unidos hace lo mismo, tenemos más contratistas en Afganistán, en Irak, más que soldados; ellos trabajan para la CIA y también están involucrados en matanzas porque son mayores y estuvieron en la milicia y quieren matar por dinero. Eso se da en todo el mundo.
América cree mucho en los paramilitares, empezando estas guerras secretas en Vietnam, en Laos, en Cuba. Entonces, en las escuelas de las Américas muchos de los oficiales latinoamericanos obtuvieron su entrenamiento en técnicas de tortura en El Salvador contra Nicaragua; América tiene un récord horrible en operaciones Cóndor en Chile, Brasil; tiene golpes de Estado en Chile, Argentina, incluso en Ecuador, en Panamá. Es una relación asquerosa, lo cual la gente de América no sabe. Debería hacer otra película sobre eso.

Texto: Reproducción de la entrevista realizada por Xavier Lasso para Ecuador TV
Especial para El Telégrafo
fotos: Paúl Navarrete
pnavarrete@telegrafo.com.ec


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